TEXTOS ELECTRÓNICOS / ELECTRONIC TEXTS |
OBRAS COMPLETAS de Miguel de Cervantes. Ediciones publicadas por Rudolph Schevill y Adolfo Bonilla. Madrid: Gráficas Reunidas, 1914-1944 |
NOVELAS EJEMPLARES/Tomo I/El amante liberal |
NOVELA del Amante liberal
"¡O lamentables ruynas de la desdichada Ni- | |
cosia, apenas enjutas de la sangre de vues- | |
tros valerosos y mal afortunados defensores! | |
Si, como careceys de sentido, le tuuierades aora | |
en esta soledad donde estamos, pudieramos | 5 |
lamentar juntas nuestras desgracias, y quiza el | |
auer hallado compañia en ellas aliuiara nuestro | |
tormento. Esta esperança os puede auer queda- | |
do, mal derribados torreones, que otra vez, aun- | |
que no para tan justa defensa como la en que os | 10 |
derribaron, os podeys ver leuantados. Mas yo, | |
desdichado, ¿que bien podre esperar en la mi- | |
serable estrecheza en que me hallo, aunque | |
buelua al estado en que estaua antes deste en | |
que me veo? Tal es mi desdicha, que en la | 15 |
libertad fui sin ventura, y en el cautiuerio, ni la | |
tengo, ni la espero." | |
Estas razones dezia vn cautiuo christiano, mi- | |
rando desde vn recuesto las murallas derribadas | |
de la ya perdida Nicosia, y assi hablaua con | 20 |
ellas y hazia comparacion de sus miserias a las | |
suyas, como si ellas fueran capazes de enten- | |
derle, propia condicion de afligidos que, lleua- | |
P.2NOVELAS EXEMPLARES
dos de sus imaginaciones, hazen y dizen cosas | |
agenas de toda razon y buen discurso. | |
En esto salio de vn pauellon o tienda, de | |
quatro que estauan en aquella campaña pues- | |
tas, vn turco mancebo de muy buena disposi- | 5 |
cion y gallardia, y, llegandose al christiano, le | |
dixo: "Apostaria yo, Ricardo amigo, que te | |
traen por estos lugares tus continuos pensa- | |
mientos." | |
"Si traen", respondio Ricardo, que este era | 10 |
el nombre del cautiuo, "mas ¿que aprouecha, si | |
en ninguna parte a do voy hallo tregua ni des- | |
canso en ellos?; antes me los han acrecentado | |
estas ruynas que desde aqui se descubren." | |
"Por las de Nicosia diras" , dixo el turco. | 15 |
"Pues, ¿por quales quieres que diga" , re- | |
pitio Ricardo, "si no ay otras que a los ojos por | |
aqui se ofrezcan?" | |
"Bien tendras que llorar" , replicó el turco, | |
"si en essas contemplaciones entras. Porque los | 20 |
que vieron aura dos años a esta nombrada y | |
rica isla de Chipre en su tranquilidad y sossiego, | |
gozando sus moradores en ella de todo aquello | |
que la felicidad humana puede conceder a los | |
hombres, y aora los vee o contempla, o deste- | 25 |
rrados della, o en ella cautiuos y miserables, | |
¿como podra dexar de no dolerse de su cala- | |
midad y desuentura? Pero dexemos estas cosas, | |
pues no lleuan remedio, y vengamos a las | |
tuyas, que quiero ver si le tienen, y assi te | 30 |
P.3
EL AMANTE LIBERAL
ruego, por lo que deues a la buena voluntad | |
que te he mostrado, y por lo que te obliga el | |
ser entrambos de vna misma patria y auernos | |
criado en nuestra niñez juntos, que me digas | |
qué es la causa que te trae tan demasiadamen- | 5 |
te triste, que, puesto caso que sola la del cauti- | |
uerio es bastante para entristezer el coraçon | |
mas alegre del mundo, todavia imagino que de | |
mas atras traen la corriente tus desgracias. | |
Porque los generosos animos como el tuyo, no | 10 |
suelen rendirse a las comunes desdichas tanto, | |
que den muestras de extraordinarios sentimien- | |
tos, y hazeme creer esto, el saber yo que no | |
eres tan pobre que te falte para dar quanto pidie- | |
ren por tu rescate, ni estas en las torres del mar | 15 |
Negro, como cautiuo de consideracion que | |
tarde o nunca alcança la desseada libertad. Assi | |
que, no auiendote quitado la mala suerte las | |
esperanças de verte libre, y con todo esto verte | |
rendido a dar miserables muestras de tu des- | 20 |
uentura, no es mucho que imagine que tu pena | |
procede de otra causa que de la libertad que | |
perdiste, la qual causa te suplico me digas, ofre- | |
ciendote quanto puedo y valgo; quiza para | |
que yo te sirua ha traydo la fortuna este rodeo | 25 |
de auerme hecho vestir deste habito que abo- | |
rrezco. Ya sabes, Ricardo, que es mi amo el cadi | |
desta ciudad, que es lo mismo que ser su obispo. | |
Sabes tambien lo mucho que vale, y lo mucho | |
que con el puedo. Iuntamente con esto, no igno- | 30 |
P.4
NOVELAS EXEMPLARES
ras el desseo encendido que tengo de no morir | |
en este estado que parece que professo, pues | |
quando mas no pueda, tengo de confessar y | |
publicar a vozes la fe de Iesu Christo, de quien | |
me apartó mi poca edad y menos entendimien- | 5 |
to, puesto que se que tal confession me ha de | |
costar la vida, que, a trueco de no perder la del | |
alma, dare por bien empleado perder la del | |
cuerpo. De todo lo dicho quiero que infieras y | |
que consideres que te puede ser de algun pro- | 10 |
uecho mi amistad, y que, para saber qué reme- | |
dios o aliuios puede tener tu desdicha, es me- | |
nester que me la cuentes, como ha menester el | |
medico la relacion del enfermo, assegurandote | |
que la depositaré en lo mas escondido del si- | 15 |
lencio." | |
A todas estas razones, estuuo callando Ricar- | |
do, y viendose obligado dellas y de la necessi- | |
dad, le respondio con estas: "Si assi como has | |
acertado, ¡o amigo Mahamut!, que assi se lla- | 20 |
maua el turco, en lo que de mi desdicha ima- | |
ginas, acertaras en su remedio, tuuiera por bien | |
perdida mi libertad, y no trocara mi desgracia | |
con la mayor ventura que imaginarse pudiera; | |
mas yo se que ella es tal, que todo el mundo | 25 |
podra saber bien la causa de donde procede, | |
mas no aura en el persona que se atreua, no | |
solo a hallarle remedio, pero ni aun aliuio. Y | |
para que quedes satisfecho desta verdad, te la | |
contaré en las menos razones que pudiere; pero | 30 |
antes que entre en el confuso laberinto de mis | |
males, quiero que me digas qué es la causa que | |
P.5
EL AMANTE LIBERAL
Azam baxa, mi amo, ha hecho plantar en | |
esta campaña estas tiendas y pauellones antes | |
de entrar en Nicosia, donde viene proueydo por | |
virrey o por baxa, como los turcos llaman a los | |
virreyes." | 5 |
"Yo te satisfare breuemente", respondio Ma- | |
hamut, "y assi has de saber que es costumbre | |
entre los turcos, que, los que van por virreyes de | |
alguna prouincia, no entran en la ciudad donde | |
su antecessor habita, hasta que el salga della | 10 |
y dexe hazer libremente al que viene la resi- | |
dencia; y en tanto que el baxa nueuo la haze, | |
el antiguo se esta en la campaña, esperando lo | |
que resulta de sus cargos, los quales se le hazen | |
sin que el pueda interuenir a valerse de so- | 15 |
bornos ni amistades, si ya primero no lo ha | |
hecho. Hecha, pues, la residencia, se la dan al | |
que dexa el cargo en vn pergamino cerrado y | |
sellado, y con ella se presenta a la puerta del | |
gran señor, que es como dezir en la Corte, ante | 20 |
el gran Consejo del turco. La qual, vista por el | |
visir baxa y por los otros quatro baxaes me- | |
nores, como si dixessemos ante el presidente | |
del Real Consejo y oydores, o le premian o le | |
castigan, segun la relacion de la residencia, | 25 |
puesto que si viene culpado, con dineros res- | |
cata y escusa el castigo. Si no viene culpado y | |
no le premian, como sucede de ordinario, con | |
dadiuas y presentes alcança el cargo que mas | |
se le antoja, porque no se dan alli los cargos | 30 |
P.6
NOVELAS EXEMPLARES
y oficios por merecimientos, sino por dineros; | |
todo se vende y todo se compra. Los proueedo- | |
res de los cargos, roban los proueydos en ellos | |
y los desuellan; deste oficio comprado sale la | |
sustancia para comprar otro que mas ganancia | 5 |
promete. Todo va como digo, todo este impe- | |
rio es violento, señal que prometia no ser dura- | |
ble; pero a lo que yo creo, y assi deue de ser | |
verdad, le tienen sobre sus ombros nuestros | |
pecados, quiero dezir los de aquellos que des- | 10 |
caradamente y a rienda suelta ofenden a Dios, | |
como yo hago; El se acuerde de mi por quien | |
El es. Por la causa que he dicho, pues, tu amo, | |
Azam baxa, ha estado en esta campaña quatro | |
dias, y si el de Nicosia no ha salido, como | 15 |
deuia, ha sido por auer estado muy malo, pero | |
ya esta mejor y saldra oy o mañana, sin duda | |
alguna, y se ha de alojar en vnas tiendas que | |
estan detras deste recuesto, que tu no has visto, | |
y tu amo entrará luego en la ciudad; y esto es | 20 |
lo que ay que saber de lo que me preguntaste." | |
"Escucha, pues", dixo Ricardo, "mas no se si | |
podre cumplir lo que antes dixe que en breues | |
razones te contaria mi desuentura, por ser ella | |
tan larga y desmedida, que no se puede me- | 25 |
dir con razon alguna; con todo esto, hare lo que | |
pudiere y lo que el tiempo diere lugar. Y assi | |
te pregunto: primero, si conoces en nuestro lu- | |
gar de Trapana vna donzella a quien la fama | |
daua nombre de la mas hermosa muger que | 30 |
auia en toda Sicilia. Vna donzella, digo, por | |
quien dezian todas las curiosas lenguas, y afir- |
P.7
EL AMANTE LIBERAL
mauan los mas raros entedimientos, que era | |
la de mas perfecta hermosura que tuuo la edad | |
passada, tiene la presente y espera tener la que | |
esta por venir: vna por quien los poetas can- | |
tauan que tenia los cabellos de oro y que eran | 5 |
sus ojos dos resplandecientes soles, y sus me- | |
xillas purpureas rosas, sus dientes perlas, sus | |
labios rubies, su garganta alabastro, y que sus | |
partes con el todo y el todo con sus partes, | |
hazian vna marauillosa y concertada armonia, | 10 |
esparciendo naturaleza sobre todo vna suaui- | |
dad de colores, tan natural y perfecta, que | |
jamas pudo la embidia hallar cosa en que po- | |
nerle tacha. ¿Que es possible, Mahamut, que ya | |
no me has dicho quién es y cómo se llama? Sin | 15 |
duda creo, o que no me oyes, o que, quando en | |
Trapana estauas, carecias de sentido." | |
"En verdad, Ricardo", respondio Mahamut, | |
"que si la que has pintado con tantos estremos | |
de hermosura, no es Leonisa, la hija de Rodolfo | 20 |
Florencio, no se quien sea, que esta sola tenia | |
la fama que dizes." | |
"Essa es, ¡o Mahamut!", respondio Ricardo, | |
"essa es, amigo, la causa principal de todo mi | |
bien y de toda mi desuentura. Essa es, que no | 25 |
la perdida libertad, por quien mis ojos han de- | |
rramado, derraman y derramarán lagrimas sin | |
cuento, y la por quien mis sospiros encienden | |
el ayre, cerca y lexos, y la por quien mis razo- | |
nes cansan al cielo que las escucha y a los | 30 |
oydos que las oyen. Essa es por quien tu me | |
has juzgado por loco, o, por lo menos, por de |
P.8
NOVELAS EXEMPLARES
poco valor y menos animo. Esta Leonisa, para | |
mi leona, y mansa cordera para otro, es la que | |
me tiene en este miserable estado. Porque has | |
de saber que, desde mis tiernos años, o a lo | |
menos desde que tuue vso de razon, no solo la | 5 |
amé, mas la adoré y serui con tanta solicitud, | |
como si no tuuiera en la tierra ni en el cielo | |
otra deidad a quien siruiesse ni adorasse; sa- | |
bian sus deudos y sus padres mis desseos, y | |
jamas dieron muestra de que les pesasse, con- | 10 |
siderando que yuan encaminados a fin honesto | |
y virtuoso, y assi muchas vezes se yo que se lo | |
dixeron a Leonisa, para disponerle la voluntad | |
a que por su esposo me recibiesse. Mas ella, | |
que tenia puestos los ojos en Cornelio, el hijo | 15 |
de Ascanio Rotulo, que tu bien conoces (man- | |
cebo galan, atildado, de blandas manos y rizos | |
cabellos, de voz meliflua y de amorosas pala- | |
bras, y, finalmente, todo hecho de ambar y de | |
alfeñique, guarnecido de telas y adornado de | 20 |
brocados), no quiso ponerlos en mi rostro, no | |
tan delicado como el de Cornelio, ni quiso agra- | |
decer siquiera mis muchos y continuos serui- | |
cios, pagando mi voluntad con desdeñarme y | |
aborrecerme; y a tanto llegó el estremo de | 25 |
amarla, que tomara por partido dichoso que | |
me acabara a pura fuerça de desdenes y des- | |
agradecimientos, con que no diera descubier- | |
tos aunque honestos fauores a Cornelio. ¡Mira, | |
pues, si llegandose a la angustia del desden y | 30 |
P.9
EL AMANTE LIBERAL
aborrecimiento, la mayor y mas cruel rabia de | |
los zelos, qual estaria mi alma de dos tan mor- | |
tales pestes combatida! Dissimulauan los padres | |
de Leonisa los fauores que a Cornelio hazia, | |
creyendo, como estaua en razon que creyessen, | 5 |
que, atraydo el moço de su incomparable y be- | |
llissima hermosura, la escogeria por su esposa, | |
y en ello grangearian yerno mas rico que con- | |
migo, y bien pudiera ser, si assi fuera; pero no | |
le alcançaran, sin arrogancia sea dicho, de me- | 10 |
jor condicion que la mia, ni de mas altos pen- | |
samientos, ni de mas conocido valor que el mio. | |
Sucedio, pues, que, en el discurso de mi pre- | |
tension, alcancé a saber que vn dia del mes | |
passado de mayo, que este de oy haze vn año, | 15 |
tres dias y cinco horas, Leonisa y sus padres, y | |
Cornelio y los suyos, se yuan a solazar con | |
toda su parentela y criados al jardin de Asca- | |
nio, que esta cercano a la marina, en el camino | |
de las salinas". | 20 |
"Bien lo se" , dixo Mahamut; "passa adelante | |
Ricardo, que mas de quatro dias tuue en el, | |
quando Dios quiso, mas de quatro buenos | |
ratos." | |
"Supelo", replicó Ricardo, "y, al mismo ins- | 25 |
tante que lo supe, me ocupó el alma vna furia, | |
vna rabia y vn infierno de zelos, con tanta vehe- | |
mencia y rigor, que me sacó de mis sentidos, | |
como lo veras por lo que luego hize, que fue | |
yrme al jardin donde me dixeron que estauan, | 30 |
y hallé a la mas de la gente solazandose, y | |
debaxo de vn nogal sentados a Cornelio y a |
P.10
NOVELAS EXEMPLARES
Leonisa, aunque desuiados vn poco. Qual ellos | |
quedaron de mi vista no lo se; de mi se dezir | |
que quedé tal con la suya, que perdi la de mis | |
ojos y me quedé como estatua, sin voz ni moui- | |
miento alguno. Pero no tardó mucho en des- | 5 |
pertar el enojo a la colera, y la colera a la | |
sangre del coraçon, y la sangre a la ira, y la | |
ira a las manos y a la lengua, puesto que las | |
manos se ataron con el respecto, a mi parecer | |
deuido al hermoso rostro que tenia delante. | 10 |
Pero la lengua rompio el silencio con estas | |
razones: Contenta estaras, ¡o enemiga mortal | |
de mi descanso!, en tener con tanto sossiego de- | |
lante de tus ojos la causa que hara que los | |
mios viuan en perpetuo y doloroso llanto. Lle- | 15 |
gate, llegate, cruel, vn poco mas, y enrede tu | |
yedra a esse inutil tronco que te busca. Peyna | |
o ensortija aquellos cabellos de esse tu nueuo | |
Ganimedes, que tibiamente te solicita. Acaba | |
ya de entregarte a los banderizos años desse | 20 |
moço en quien contemplas, por que, perdiendo | |
yo la esperança de alcançarte, acabe con ella la | |
vida, que aborrezco. ¿Piensas por ventura, so- | |
beruia y mal considerada donzella, que contigo | |
sola se han de romper y faltar las leyes y fue- | 25 |
ros que en semejantes casos en el mundo se | |
vsan? ¿Piensas, quiero dezir, que este moço, al- | |
tiuo por su riqueza, arrogante por su gallardia, | |
inexperto por su edad poca, confiado por su li- | |
nage, ha de querer, ni poder, ni saber guardar | 30 |
firmeza en sus amores, ni estimar lo inestima- | |
ble, ni conocer lo que conocen los maduros y |
P.11
EL AMANTE LIBERAL
experimentados años? No lo pienses, si lo pien- | |
sas, porque no tiene otra cosa buena el mundo | |
sino hazer sus acciones siempre de vna misma | |
manera, por que no se engañe nadie, sino por | |
su propia ignorancia. En los pocos años esta la | 5 |
inconstancia mucha, en los ricos la soberuia, la | |
vanidad en los arrogantes, y en los hermosos | |
el desden, y en los que todo esto tienen la ne- | |
cedad, que es madre de todo mal sucesso. Y | |
tu, ¡o moço, que tan a tu saluo piensas lleuar | 10 |
el premio mas deuido a mis buenos desseos, | |
que a los ociosos tuyos!, ¿por qué no te le- | |
uantas de esse estrado de flores donde yazes, | |
y vienes a sacarme el alma, que tanto la tuya | |
aborrece? Y no porque me ofendas en lo que | 15 |
hazes, sino porque no sabes estimar el bien que | |
la ventura te concede, y veese claro que le tie- | |
nes en poco, en que no quieres mouerte a defen- | |
delle, por no ponerte a riesgo de descomponer | |
la afeytada compostura de tu galan vestido. Si | 20 |
essa tu reposada condicion tuuiera Aquiles, | |
bien seguro estuuiera Vlisses de no salir con su | |
empressa, aunque mas le mostrara resplande- | |
cientes armas y azerados alfanjes. Vete, vete, y | |
recreate entre las donzellas de tu madre, y alli | 25 |
ten cuydado de tus cabellos y de tus manos, mas | |
despiertas a deuanar blando sirgo, que a empu- | |
ñar la dura espada. | |
"A todas estas razones jamas se leuantó Cor- | |
nelio del lugar donde le hallé sentado, antes se | 30 |
estuuo quedo, mirandome como embelesado, | |
sin mouerse; y a las leuantadas vozes con que |
P.12
NOVELAS EXEMPLARES
le dixe lo que has oydo, se fue llegando la gente | |
que por la huerta andaua, y se pusieron a escu- | |
char otros mas improp[er]ios, que a Cornelio | |
dixe, el qual, tomando animo con la gente que | |
acudio, porque todos, o los mas, eran sus pa- | 5 |
rientes, criados o allegados, dio muestras de | |
leuantarse, mas antes que se pusiesse en pie, | |
puse mano a mi espada, y acometile, no solo a | |
el, sino a todos quantos alli estauan. Pero ape- | |
nas vio Leonisa reluzir mi espada, quando le | 10 |
tomó un rezio desmayo, cosa que me puso en | |
mayor coraje y mayor despecho. Y no te sabre | |
dezir, si los muchos que me acometieron aten- | |
dian no mas de a defenderse, como quien se | |
defiende de vn loco furioso, o si fue mi buena | 15 |
suerte y diligencia, o el cielo, que para mayores | |
males queria guardarme, porque, en efeto, heri | |
siete o ocho de los que hallé mas a mano; a | |
Cornelio le valio su buena diligencia, pues fue | |
tanta la que puso en los pies huyendo, que se | 20 |
escapó de mis manos. | |
"Estando en este tan manifiesto peligro, cer- | |
cado de mis enemigos, que ya como ofendidos | |
procurauan vengarse, me socorrio la ventura | |
con vn remedio, que fuera mejor auer dexado | 25 |
alli la vida, que no, restaurandola por tan no | |
pensado camino, venir a perderla cada hora mil | |
y mil vezes. Y fue, que de improuiso dieron en | |
el jardin mucha cantidad de turcos de dos ga- | |
leotas de cosarios de Viserta, que en vna cala, | 30 |
que alli cerca estaua, auian desembarcado, sin | |
ser sentidos de las centinelas de las torres de la |
P.13
EL AMANTE LIBERAL
marina, ni descubiertos de los corredores o ata- | |
jadores de la costa. Quando mis contrarios los | |
vieron, dexandome solo, con presta celeridad | |
se pusieron en cobro; de quantos en el jardin es- | |
tauan, no pudieron los turcos cautiuar mas de | 5 |
a tres personas y a Leonisa, que aun se estaua | |
desmayada; a mi me cogieron con quatro dis- | |
formes heridas, vengadas antes por mi mano | |
con quatro turcos, que de otras quatro dexé sin | |
vida tendidos en el suelo. Este assalto hizieron | 10 |
los turcos con su acostumbrada diligencia, y, | |
no muy contentos del sucesso, se fueron a em- | |
barcar, y luego se hizieron a la mar, y a vela y | |
remo en breue espacio se pusieron en la Fabia- | |
na. Hizieron reseña, por ver que gente les | 15 |
faltaua, y viendo que los muertos eran quatro | |
soldados de aquellos que ellos llaman leuen- | |
tes, y de los mejores y mas estimados | |
que traian, quisieron tomar en mi la vengança. | |
Y assi mandó el arraez de la capitana baxar la | 20 |
entena, para ahorcarme. | |
"Todo esto estaua mirando Leonisa, que ya | |
auia buelto en si, y, viendose en poder de los | |
cosarios, derramaua abundancia de hermosas | |
lagrimas, y torciendo sus manos delicadas, sin | 25 |
hablar palabra estaua atenta a ver si entendia | |
lo que los turcos dezian. Mas vno de los chris- | |
tianos del remo, le dixo en italiano como el | |
arraez mandaua ahorcar a aquel christiano, | |
señalandome a mi, porque auia muerto en su | 30 |
defensa quatro de los mejores soldados de las |
P.14
NOVELAS EXEMPLARES
galeotas. Lo qual oydo y entendido por Leoni- | |
sa, la vez primera que se mostro para mi piado- | |
sa, dixo al cautiuo que dixesse a los turcos que | |
no me ahorcassen, porque perderian vn gran | |
rescate, y que les rogaua boluiessen a Trapana, | 5 |
que luego me rescatarian. Esta, digo, fue la | |
primera, y aun sera la vltima caridad que vsó | |
conmigo Leonisa, y todo para mayor mal mio. | |
Oyendo pues los turcos lo que el cautiuo les | |
dezia, le creyeron, y mudoles el interes la | 10 |
colera. Otro dia por la mañana, alçando vandera | |
de paz, boluieron a Trapana; aquella noche la | |
passé con el dolor que imaginarse puede, no | |
tanto por el que mis heridas me causauan, quan- | |
to por imaginar el peligro en que la cruel ene- | 15 |
miga mia entre aquellos barbaros estaua. | |
Llegados, pues, como digo, a la ciudad, en- | |
tró en el puerto la vna galeota, y la otra se | |
quedó fuera; coronose luego todo el puerto y la | |
ribera toda de christianos, y el lindo de Corne- | 20 |
lio, desde lexos, estaua mirando lo que en la | |
galeota passaua; acudio luego vn mayordomo | |
mio a tratar de mi rescate, al qual dixe que en | |
ninguna manera tratasse de mi libertad, sino | |
de la de Leonisa, y que diesse por ella todo | 25 |
quanto valia mi hazienda, y mas le ordené que | |
boluiesse a tierra, y dixesse a sus padres de Leo- | |
nisa, que le dexassen a el tratar de la libertad | |
de su hija, y que no se pusiessen en trabajo por | |
ella. Hecho esto, el arraez principal, que era vn | 30 |
P.15
EL AMANTE LIBERAL
renegado griego, llamado Yzuf, pidio por Leo- | |
nisa seys mil escudos, y por mi quatro mil, aña- | |
diendo que no daria el vno sin el otro. Pidio | |
esta gran suma, segun despues supe, porque | |
estaua enamorado de Leonisa, y no quisiera el | 5 |
rescatalla, sino darle al arraez de la otra galeota, | |
con quien auia de partir las pressas que se | |
hiziessen por mitad, a mi en precio de quatro | |
mil escudos, y mil en dinero, que hazian cinco | |
mil, y quedarse con Leonisa por otros cinco mil. | 10 |
Y esta fue la causa porque nos apreció a los | |
dos en diez mil escudos. Los padres de Leonisa | |
no ofrecieron de su parte nada, atenidos a la | |
promesa que de mi parte mi mayordomo les | |
auia hecho, ni Cornelio mouio los labios en su | 15 |
prouecho, y assi, despues de muchas deman- | |
das y respuestas, concluyó mi mayordomo en | |
dar por Leonisa cinco mil, y por mi tres mil es- | |
cudos. Aceptó Yzuf este partido, forçado de las | |
persuasiones de su compañero y de lo que | 20 |
todos sus soldados le dezian. Mas como mi ma- | |
yordomo no tenia junta tanta cantidad de dine- | |
ros, pidio tres dias de termino para juntarlos, | |
con intencion de malbaratar mi hazienda, hasta | |
cumplir el rescate. Holgose desto Yzuf, pen- | 25 |
sando hallar en este tiempo ocasion para que el | |
concierto no passasse adelante. Y boluiendose | |
a la isla de la Fabiana, dixo, que llegado el ter- | |
mino de los tres dias, bolueria por el dinero. | |
"Pero la ingrata fortuna, no cansada de mal- | 30 |
tratarme, ordenó que, estando desde lo mas alto | |
de la isla puesta a la guarda vna centinela de |
P.16
NOVELAS EXEMPLARES
los turcos, bien dentro a la mar descubrio seys | |
velas latinas, y entendio, como fue verdad, que | |
deuian ser o la esquadra de Malta, oalgunas | |
de las de Sicilia. Baxó corriendo a dar la nueua, | |
y en vn pensamiento se embarcaron los turcos, | 5 |
que estauan en tierra, qual guisando de comer, | |
qual lauando su ropa; y çarpando con no vista | |
presteza dieron al agua los remos, y al viento | |
las velas, y puestas las proas en Berberia, en | |
menos de dos horas perdieron de vista las ga- | 10 |
leras, y assi cubiertos con la isla, y con la noche | |
que venia cerca, se asseguraron del miedo que | |
auian cobrado. | |
"A tu buena consideracion dexo, ¡o Mahamut | |
amigo!, que considere, qual yria mi animo en | 15 |
aquel viage, tan contrario del que yo esperaua, | |
y mas quando otro dia, auiendo llegado las dos | |
galeotas a la isla de la Pantanalea, por la | |
parte del mediodia, los turcos saltaron en tierra | |
a hazer leña y carne, como ellos dizen, y mas | 20 |
quando vi que los arraezes saltaron en tierra | |
y se pusieron a hazer las partes de todas las | |
pressas que auian hecho. Cada accion destas, | |
fue para mi vna dilatada muerte. Viniendo | |
pues a la particion mia y de Leonisa, Yzuf dio | 25 |
a Fetala, que assi se llamaua el arraez de la | |
otra galeota, seys christianos, los quatro para | |
el remo y dos muchachos hermosissimos, de | |
nacion corços, y a mi con ellos, por quedarse | |
con Leonisa; de lo qual se contentó Fetala; y | 30 |
aunque estuue presente a todo esto, nunca | |
pude entender lo que dezian, aunque sabia lo |
P.17
EL AMANTE LIBERAL
que hazian, ni entendiera por entonces el modo | |
de la particion, si Fetala no se llegara a mi y | |
me dixera en italiano: "christiano, ya eres mio; | |
"en dos mil escudos de oro te me han dado; si | |
"quieres libertad, has de dar quatro mil, si no | 5 |
"aca morir". "Preguntele, si era tambien | |
suya la christiana, dixome que no, sino que Yzuf | |
se quedaua con ella, con intencion de boluerla | |
mora y casarse con ella. Y assi era la verdad, | |
porque me lo dixo vno de los cautiuos del | 10 |
remo, que entendia bien el turquesco, y se lo | |
auia oydo tratar a Yzuf y a Fetala. Dixele a mi | |
amo que hiziesse de modo, como se quedasse | |
con la christiana, y que le daria por su rescate | |
solo diez mil escudos de oro en oro. Respon- | 15 |
diome no ser possible, pero que haria que Yzuf | |
supiesse la gran suma que el ofrecia por la | |
christiana, quiza, lleuado del interesse, mudaria | |
de intención y la rescataria. Hizolo assi, y man- | |
dó que todos los de su galeota se embarcassen | 20 |
luego, porque se queria yr a Tripol de Berbe- | |
ria, de donde el era. Yzuf assimismo determinó | |
yrse a Viserta, y assi se embarcaron con la mis- | |
ma priessa que suelen, quando descubren o ga- | |
leras de quien temer, o baxeles a quien robar. | 25 |
Mouioles a darse priessa, por parecerles que el | |
tiempo mudaua con muestras de borrasca. Es- | |
taua Leonisa en tierra, pero no en parte que yo | |
la pudiesse ver, sino fue que, al tiempo del em- | |
barcarnos, llegamos juntos a la marina. Lleua- | 30 |
uala de la mano su nueuo amo y su mas nue- |
P.18
NOVELAS EXEMPLARES
uo amante, y al entrar por la escala, que estaua | |
puesta desde tierra a la galeota, boluio los ojos | |
a mirarme, y los mios, que no se quitauan della, | |
la miraron con tan tierno sentimiento y dolor | |
que, sin saber como, se me puso vna nube ante | 5 |
ellos, que me quitó la vista, y sin ella, y sin | |
sentido alguno, di conmigo en el suelo. Lo mis- | |
mo me dixeron despues que auia sucedido a | |
Leonisa, porque la vieron caer de la escala a | |
la mar y que Yzuf se auia echado tras della | 10 |
y la sacó en braços. Esto me contaron dentro | |
de la galeota de mi amo, donde me auian pues- | |
to sin que yo lo sintiesse; mas quando bolui de | |
mi desmayo y me vi solo en la galeota, y que | |
la otra, tomando otra derrota, se apartaua de | 15 |
nosotros, lleuandose consigo la mitad de mi | |
alma, o por mejor dezir toda ella, cubrioseme | |
el coraçon de nueuo y de nueuo maldixe mi | |
ventura, y llamé a la muerte a vozes; y eran | |
tales los sentimientos que hazia, que mi amo, | 20 |
enfadado de oyrme, con vn grueso palo me | |
amenazó que, si no callaua, me maltrataria. Re- | |
primi las lagrimas, recogi los suspiros, creyen- | |
do que, con la fuerça que les hazia, rebentarian | |
por parte, que abriessen puerta al alma, que | 25 |
tanto desseaua desamparar este miserable cuer- | |
po. Mas la suerte, aun no contenta de auerme | |
puesto en tan encogido estrecho, ordenó de | |
acabar con todo, quitandome las esperanças de | |
todo mi remedio, y fue, que en vn instante se | 30 |
declaró la borrasca, que ya se temia, y el vien- | |
to que de la parte de mediodia soplaua y nos |
P.19
EL AMANTE LIBERAL
enuestia por la proa, començo a reforçar con | |
tanto brio, que fue forçoso boluerle la popa y | |
dexar correr el baxel por donde el viento queria | |
lleuarle. | |
"Lleuaua designio el arraez de despuntar la | 5 |
isla y tomar abrigo en ella por la vanda del | |
norte, mas sucediole al reues su pensamiento, | |
porque el viento cargó con tanta furia, que todo | |
lo que auiamos nauegado en dos dias, en poco | |
mas de catorze horas nos vimos a seys millas | 10 |
o siete de la propia isla de donde auiamos par- | |
tido, y sin remedio alguno yuamos a enues- | |
tir en ella, y no en alguna playa, sino en vnas | |
muy leuantadas peñas, que a la vista se nos | |
ofrecian, amenazando de ineuitable muerte a | 15 |
nuestras vidas. Vimos a nuestro lado la galeo- | |
ta de nuestra conserua, donde estaua Leonisa, | |
y a todos sus turcos y cautiuos remeros hazien- | |
do fuerça con los remos para entretenerse y no | |
dar en las peñas. Lo mismo hizieron los de la | 20 |
nuestra, con mas ventaja y esfuerço, a lo que | |
parecio, que los de la otra, los quales, cansados | |
del trabajo y vencidos del teson del viento y de | |
la tormenta, soltando los remos, se abandona- | |
ron y se dexaron yr a vista de nuestros ojos a | 25 |
enuestir en las peñas, donde dio la galeota tan | |
grande golpe, que toda se hizo pedaços. Co- | |
mençaua a cerrar la noche, y fue tamaña la gri- | |
ta de los que se perdian y el sobresalto de los |
P.20
NOVELAS EXEMPLARES
que en nuestro baxel temian perderse, que nin- | |
guna cosa de las que nuestro arraez mandaua | |
se entendia ni se hazia; solo se atendia a no | |
dexar los remos de las manos, tomando por re- | |
medio boluer la proa al viento y echar las | 5 |
dos ancoras a la mar, para entretener con esto | |
algun tiempo la muerte, que por cierta tenian. | |
Y aunque el miedo de morir era general en | |
todos, en mi era muy al contrario, porque, con | |
la esperança engañosa de ver en el otro mundo | 10 |
a la que auia tan poco que deste se auia parti- | |
do, cada punto que la galeota tardaua en | |
anegarse o en embestir en las peñas, era para | |
mi vn siglo de mas penosa muerte. Las leuan- | |
tadas olas, que por encima del baxel y de mi | 15 |
cabeça passauan, me hazian estar atento a ver | |
si en ellas venia el cuerpo de la desdichada | |
Leonisa. No quiero detenerme aora, ¡o Maha- | |
mut!, en contarte por menudo los sobresaltos, | |
los temores, las ansias, los pensamientos que | 20 |
en aquella luenga y amarga noche tuue y passe, | |
por no yr contra lo que primero propuse de con- | |
tarte breuemente mi desuentura; basta dezirte | |
que fueron tantos y tales, que si la muerte vi- | |
niera en aquel tiempo, tuuiera bien poco que | 25 |
hazer en quitarme la vida. | |
"Vino el dia con muestras de mayor tormenta | |
que la passada, y hallamos que el baxel auia | |
virado vn gran trecho, auiendose desuiado de | |
las peñas vn buen trecho y llegadose a vna | 30 |
P.21
EL AMANTE LIBERAL
punta de la isla, y viendose tan a pique de | |
doblarla, turcos y christianos, con nueua espe- | |
rança y fuerças nueuas, al cabo de seys horas | |
doblamos la punta y hallamos mas blando el | |
mar y mas sossegado, de modo que mas facil- | 5 |
mente nos aprouechamos de los remos, y, abri- | |
gados con la isla, tuuieron lugar los turcos de | |
saltar en tierra, para yr a ver si auia quedado | |
alguna reliquia de la galeota que la noche | |
antes dio en las peñas, mas aun no quiso el | 10 |
cielo concederme el aliuio que esperaua tener | |
de ver en mis braços el cuerpo de Leonisa; | |
que, aunque muerto y despedaçado, holgara | |
de verle, por romper aquel impossible que mi | |
estrella me puso de juntarme con el, como mis | 15 |
buenos desseos merecian, y assi rogue a vn | |
renegado que queria desembarcarse, que le | |
buscasse, y viesse si la mar lo auia arrojado | |
a la orilla. Pero, como ya he dicho, todo esto | |
me nego el cielo, pues al mismo instante tornó | 20 |
a embrauecerse el viento de manera, que el | |
amparo de la isla no fue de algun prouecho. | |
Viendo esto Fetala, no quiso contrastar contra | |
la fortuna, que tanto le perseguia, y assi mandó | |
poner el trinquete al arbol y hazer vn poco | 25 |
de vela; boluio la proa a la mar y la popa al | |
viento, y, tomando el mismo el cargo del timon, | |
se dexó correr por el ancho mar, seguro que | |
ningun impedimento le estoruaria su camino; | |
yuan los remos ygualados en la crugia, y toda | 30 |
la gente sentada por los bancos y ballesteras, | |
sin que en toda la galeota se descubriesse |
P.22
NOVELAS EXEMPLARES
otra persona que la del comitre, que, por mas | |
seguridad suya, se hizo atar fuertemente al es- | |
tanterol. Bolaua el baxel con tanta ligereza, que | |
en tres dias y tres noches, passando a la vista | |
de Trapana, de Melazo y de Palermo, embo- | 5 |
có por el faro de Micina, con marauilloso | |
espanto de los que yuan dentro, y de aquellos | |
que desde la tierra los mirauan. En fin, por no | |
ser tan prolixo en contar la tormenta, como ella | |
lo fue en su porfia, digo, que, cansados, ham- | 10 |
brientos y fatigados con tan largo rodeo, como | |
fue baxar casi toda la isla de Sicilia, llegamos a | |
Tripol, de Berberia, adonde a mi amo, antes de | |
haber hecho con sus levantes la cuenta del des- | |
pojo, y dadoles lo que les tocaba, y su quinto | 15 |
al rey, como es costumbre, le dio vn dolor de | |
costado tal, que dentro de tres dias dio con el | |
en el infierno. Pusose luego el rey de Tripol en | |
toda su hazienda, y el alcayde de los muertos, | |
que alli tiene el gran turco, que, como sabes, | 20 |
es heredero de los que no le dexan en su muerte, | |
estos dos tomaron toda la hazienda de Fetala, | |
mi amo, y yo cupe a este, que entonces era | |
virrey de Tripol, y de alli a quinze dias le vino | |
la patente de virrey de Chipre, con el qual he | 25 |
venido hasta aqui, sin intento de rescatarme, | |
porque el me ha dicho muchas vezes que me | |
rescate, pues soy hombre principal, como se lo | |
dixeron los soldados de Fetala. Jamas he acu- | |
dido a ello, antes le he dicho que le engaña- | 30 |
ron los que le dixeron grandezas de mi possi- |
P.23
EL AMANTE LIBERAL
bilidad. Y si quieres, Mahamut, que te diga todo | |
mi pensamiento, has de saber que no quiero | |
boluer a parte, donde por alguna via pueda | |
tener cosa que me consuele, y quiero que, jun- | |
tandose a la vida del cautiuerio los pensamien- | 5 |
tos y memorias que jamas me dexan de la | |
muerte de Leonisa, vengan a ser parte para | |
que yo no la tenga jamas de gusto alguno. | |
Y si es verdad que los conti[n]uos dolores for- | |
çosamente se han de acabar, o acabar a quien | 10 |
los padece, los mios no podran dexar de haze- | |
llo, porque pienso darles rienda de manera, que | |
a pocos dias den alcance a la miserable vida, | |
que tan contra mi voluntad sostengo. Este es, | |
¡o Mahamut hermano!, el triste sucesso mio; | 15 |
esta es la causa de mis suspiros y de mis lagri- | |
mas; mira tu aora, y considera, si es bastante | |
para sacarlos de lo profundo de mis entrañas, | |
y para engendrarlos en la sequedad de mi las- | |
timado pecho. Leonisa murio, y con ella mi | 20 |
esperança, que, puesto que la que tenia ella | |
viuiendo se sustentaua de vn delgado cabello, | |
todavia, todavia..." | |
Y en este "todavia" se le pegó la lengua al | |
paladar de manera, que no pudo hablar mas pa- | 25 |
labra, ni detener las lagrimas, que, como suele | |
dezirse, hilo a hilo le corrian por el rostro en | |
tanta abundancia, que llegaron a humedecer el | |
suelo. | |
Acompañole en ellas Mahamut; pero, passan- | 30 |
dose aquel parasismo, causado de la memoria | |
renouada en el amargo cuento, quiso Mahamut |
P.24
NOVELAS EXEMPLARES
consolar a Ricardo con las mejores razones que | |
supo; mas el se las atajó, diziendole: "Lo que | |
has de hazer, amigo, es aconsejarme que hare | |
yo para caer en desgracia de mi amo, y de to- | |
dos aquellos con quien yo comunicare, para | 5 |
que, siendo aborrecido del y dellos, los vnos y | |
los otros me maltraten y persigan de suerte que, | |
añadiendo dolor a dolor y pena a pena, alcance | |
con breuedad lo que desseo, que es acabar la | |
vida." | 10 |
"Aora he hallado ser verdadero", dixo Ma- | |
hamut, "lo que suele dezirse que lo que se sabe | |
sentir, se sabe dezir, puesto que algunas vezes | |
el sentimiento enmudece la lengua, pero como | |
quiera que ello sea, Ricardo, ora llegue tu do- | 15 |
lor a tus palabras, ora ellas se le auentajen, | |
siempre has de hallar en mi vn verdadero ami- | |
go, o para ayuda o para consejo; que aunque | |
mis pocos años y el desatino que he hecho en | |
vestirme este habito, estan dando vozes que de | 20 |
ninguna destas dos cosas que te ofrezco se | |
puede fiar ni esperar alguna, yo procuraré que | |
no salga verdadera esta sospecha, ni pueda te- | |
nerse por cierta tal opinion. Y puesto que tu no | |
quieras ni ser aconsejado ni fauorecido, no por | 25 |
esso dexaré de hazer lo que te conuiniere, como | |
suele hazerse con el enfermo, que pide lo que | |
no le dan y le dan lo que le conuiene. No ay | |
en toda esta ciudad quien pueda ni valga mas, | |
que el cadi, mi amo, ni aun el tuyo, que viene | 30 |
por visorrey della, ha de poder tanto. Y siendo | |
esto assi, como lo es, yo puedo dezir que soy |
P.25
EL AMANTE LIBERAL
el que mas puede en la ciudad, pues puedo con | |
mi patron todo lo que quiero. Digo esto, por- | |
que podria ser dar traza con el para que vinie- | |
sses a ser suyo, y estando en mi compañia, el | |
tiempo nos dira lo que auemos de hazer, assi | 5 |
para consolarte, si quisieres o pudieres tener | |
consuelo, y a mi para salir desta a mejor vida, | |
o a lo menos, a parte donde la tenga mas se- | |
gura quando la dexe." | |
"Yo te agradezco" , respondio Ricardo, "Ma- | 10 |
hamut, la amistad que me ofreces, aunque es- | |
toy cierto que, con quanto hizieres, no has de | |
poder cosa que en mi prouecho resulte. Pero de- | |
xemos aora esto, y vamos a las tiendas, porque, | |
a lo que veo, sale de la ciudad mucha gente, y | 15 |
sin duda es el antiguo virrey, que sale a estarse | |
en la campaña, por dar lugar a mi amo que en- | |
tre en la ciudad a hazer la residencia." | |
"Assi es" , dixo Mahamut; "ven, pues, Ricar- | |
do, y veras las ceremonias con que se reciben, | 20 |
que se que gustarás de verlas." | |
"Vamos en buena hora, dixo Ricardo; quiza | |
te aure menester, si a caso el guardian de los | |
cautiuos de mi amo me ha echado menos, que | |
es vn renegado corço de nacion y de no muy | 25 |
piadosas entrañas." | |
Con esto dexaron la platica y llegaron a las | |
tiendas, a tiempo que llegaua el antiguo baxa, | |
y el nueuo le salia a recebir a la puerta de la | |
tienda. Venia acompañado Ali baxa, que assi | 30 |
P.26
NOVELAS EXEMPLARES
se llamaua el que dexaua el gouierno, de todos | |
los genizaros que de ordinario estan de presi- | |
dio en Nicosia, despues que los turcos la ga- | |
naron, que serian hasta quinientos. Venian en | |
dos alas o hileras, los vnos con escopetas y los | 5 |
otros con alfanjes desnudos; llegaron a la puer- | |
ta del nueuo baxa Hazan, la rodearon todos, y | |
Ali baxa, inclinando el cuerpo, hizo reuerencia | |
a Hazan, y el, con menos inclinacion, le saludó. | |
Luego se entró Ali en el pauellon de Hazan, | 10 |
y los turcos le subieron sobre vn poderoso ca- | |
uallo ricamente adereçado, y trayendole a la | |
redonda de las tiendas, y por todo vn buen es- | |
pacio de la campaña, dauan vozes y gritos, di- | |
ziendo en su lengua: " ¡Viua, viua Soliman Sul- | 15 |
tan y Hazan baxa en su nombre!" | |
Repitieron esto muchas vezes, reforçando las | |
vozes y los alaridos, y luego le boluieron a la | |
tienda donde auia quedado Ali baxa, el qual | |
con el cadi y Hazan se encerraron en ella por | 20 |
espacio de vna hora solos. | |
Dixo Mahamut a Ricardo que se auian ence- | |
rrado a tratar de lo que conuenia hazer en la | |
ciudad, cerca de las obras que Ali dexaua | |
començadas. De alli a poco tiempo salio el cadi | 25 |
a la puerta de la tienda y dixo a vozes en len- | |
gua turquesca, arabiga, y griega, que todos los | |
que quisiessen entrar a pedir justicia, o otra | |
cosa contra Ali baxa, podrian entrar libremen- | |
te, que alli estaua Hazan baxa, a quien el gran | 30 |
P.27
EL AMANTE LIBERAL
señor embiaua por virrey de Chipre, que les | |
guardaria toda razon y justicia. | |
Con esta licencia, los genizaros dexaron des- | |
ocupada la puerta de la tienda, y dieron lugar | |
a que entrassen los que quisiessen. Mahamut | 5 |
hizo que entrasse con el Ricardo, que, por ser | |
esclauo de Hazan, no se le impidio la entrada. | |
Entraron a pedir justicia, assi griegos christia- | |
nos como algunos turcos, y todos de cosas de | |
tan poca importancia, que las mas despachó el | 10 |
cadi, sin dar traslado a la parte, sin autos, de- | |
mandas ni respuestas, que todas las causas, si | |
no son las matrimoniales, se despachan en pie, | |
y en vn punto, mas a juyzio de buen varon que | |
por ley alguna. Y entre aquellos barbaros, si lo | 15 |
son en esto, el cadi es el juez competente de | |
todas las causas, que las abreuia en la vña y | |
las sentencia en vn soplo, sin que aya apelacion | |
de su sentencia para otro Tribunal. En esto en- | |
tró vn chauz, que es como alguazil, y dixo | 20 |
que estaua a la puerta de la tienda vn iudio, | |
que traia a vender vna hermosissima christiana; | |
mandó el cadi que le hiziesse entrar. Salio el | |
chauz, y boluio a entrar luego, y con el vn ve- | |
nerable iudio, que traia de la mano a vna mu- | 25 |
ger vestida en habito berberisco, tan bien ade- | |
reçada y compuesta, que no lo pudiera estar | |
tan bien la mas rica mora de Fez, ni de Marrue- | |
cos, que en adereçarse lleuan la ventaja a todas | |
las africanas, aunque entren las de Argel con | 30 |
sus perlas tantas. Venia cubierto el rostro con | |
vn tafetan carmesi. Por las gargantas de los |
P.28
NOVELAS EXEMPLARES
pies, que se descubrian, parecian dos carcajes, | |
que assi se llaman las manillas en arabigo, al | |
parecer de puro oro; y en los braços, que assi- | |
mismo por vna camisa de cendal delgado se | |
descubrian o trasluzian, traia otros carcajes de | 5 |
oro, sembrados de muchas perlas. En resolu- | |
ción, en quanto el trage, ella venia rica y ga- | |
llardamente adereçada. | |
Admirados desta primera vista el cadi y los | |
demas baxaes, antes que otra cosa dixessen, ni | 10 |
preguntassen, mandaron al iudio que hiziesse | |
que se quitasse el antifaz la christiana. Hizolo | |
assi, y descubrio vn rostro, que assi deslumbro | |
los ojos y alegró los coraçones de los circuns- | |
tantes, como el sol, que, por entre cerradas nu- | 15 |
bes, despues de mucha escuridad, se ofrece a | |
los ojos de los que le dessean, tal era la belleza | |
de la cautiua christiana, y tal su brio y su gallar- | |
dia. Pero en quien con mas efeto hizo impression | |
la marauillosa luz que auia descubierto, fue en | 20 |
el lastimado Ricardo, como en aquel que mejor | |
que otro la conocia, pues era su cruel y amada | |
Leonisa, que tantas vezes y con tantas lagrimas | |
por el auia sido tenida y llorada por muerta. | |
Quedó a la improuisa vista de la singular belle- | 25 |
za de la christiana traspassado y rendido el co- | |
raçon de Ali, y en el mismo grado y con la mis- | |
ma herida, se halló el de Hazan, sin quedarse | |
essento de la amorosa llaga el del cadi, que, | |
mas suspenso que todos, no sabia quitar los ojos | 30 |
de los hermosos de Leonisa. Y para encarecer | |
las poderosas fuerças de amor, se ha de saber |
P.29
EL AMANTE LIBERAL
que en aquel mismo punto nacio en los coraço- | |
nes de los tres vna, a su parecer, firme espe- | |
rança de alcançarla y de gozarla; y assi, sin | |
querer saber el como, ni el donde, ni el quando | |
auia venido a poder del iudio, le preguntaron | 5 |
el precio que por ella queria. | |
El codicioso iudio respondio que quatro mil | |
doblas, que vienen a ser dos mil escudos. | |
Mas apenas huuo declarado el precio, quan- | |
do Ali baxa dixo que el los daua por ella, y | 10 |
que fuesse luego a contar el dinero a su tienda. | |
Empero Hazan baxa, que estaua de parecer | |
de no dexarla, aunque auenturasse en ello la | |
vida, dixo: "Yo assimismo doy por ella las qua- | |
tro mil doblas que el iudio pide, y no las diera, | 15 |
ni me pusiera a ser contrario de lo que Ali ha | |
dicho, si no me forçara lo que el mismo dira | |
que es razon que me obligue y fuerce, y es que | |
esta gentil esclaua no pertenece para ninguno | |
de nosotros, sino para el gran señor solamente; | 20 |
y assi, digo que en su nombre la compro; vea- | |
mos aora quien sera el atreuido que me la | |
quite." | |
"Yo sere" , replicó Ali, "porque para el mismo | |
efeto la compro, y estame a mi mas a cuento | 25 |
hazer al gran señor este presente, por la como- | |
didad de lleuarla luego a Constantinopla, gran- | |
geando con el la voluntad del gran señor, que | |
como hombre que quedo, Hazan, como tu vees, | |
sin cargo alguno, he menester buscar medios | 30 |
de tenelle, de lo que tu estas seguro por tres |
P.30
NOVELAS EXEMPLARES
años, pues oy comienças a mandar y a gouer- | |
nar este riquissimo reyno de Chipre. Assi que | |
por estas razones, y por auer sido yo el prime- | |
ro que ofreci el precio por la cautiua, esta pues- | |
to en razon, ¡o Hazan!, que me la dexes." | 5 |
"Tanto mas es de agradecerme a mi" , respon- | |
dio Hazan, "el procurarla y embiarla al gran | |
señor, quanto lo hago sin mouerme a ello inte- | |
res alguno. Y en lo de la comodidad de lleuar- | |
la, vna galeota armaré, con sola mi chusma y | 10 |
mis esclauos, que la lleve." | |
Açorose con estas razones Ali, y, leuantan- | |
dose en pie, empuñó el alfange, diziendo: "Sien- | |
do, ¡o Hazan!, mis intentos vnos, que es presen- | |
tar y lleuar esta christiana al gran señor, y | 15 |
auiendo sido yo el comprador primero, esta | |
puesto en razon y en justicia que me la dexes | |
a mi, y quando otra cosa pensares, este alfange | |
que empuño defendera mi derecho y castigará | |
tu atreuimiento." | 20 |
El cadi, que a todo estaua atento, y que no | |
menos que los dos ardia, temeroso de quedar | |
sin la christiana, imaginó como poder atajar el | |
gran fuego que se auia encendido, y juntamen- | |
te quedarse con la cautiua, sin dar alguna sos- | 25 |
pecha de su dañada intencion; y assi, leuan- | |
tandose en pie, se puso entre los dos, que ya | |
tambien lo estauan, y dixo: "Sossiegate, Hazan, | |
y tu, Ali, estate quedo, que yo estoy aqui, que | |
sabre y podre componer vuestras diferencias de | 30 |
manera, que los dos consigays vuestros inten- |
P.31
EL AMANTE LIBERAL
tos, y el gran señor, como desseays, sea ser- | |
uido". | |
A las palabras del cadi obedecieron luego, y | |
aun si otra cosa mas dificultosa les mandara, | |
hizieran lo mismo (tanto es el respecto que tie- | 5 |
nen a sus canas los de aquella dañada secta); | |
prosiguio, pues, el cadi, diziendo: "Tu dizes, | |
Ali, que quieres esta christiana para el gran | |
señor, y Hazan dize lo mismo; tu alegas que, | |
por ser el primero en ofrecer el precio, ha de | 10 |
ser tuya; Hazan te lo contradize, y aunque el | |
no sabe fundar su razon, yo hallo que tiene la | |
misma que tu tienes, y es la intencion, que sin | |
duda deuio de nacer a vn mismo tiempo que | |
la tuya, en querer comprar la esclaua para el | 15 |
mismo efeto; solo le lleuaste tu la ventaja en | |
auerte declarado primero, y esto no ha de ser | |
parte, para que de todo en todo quede defrau- | |
dado su buen desseo, y assi me parece ser bien | |
concertaros en esta forma: que la esclaua sea | 20 |
de entrambos, y pues el vso della ha de quedar | |
a la voluntad del gran señor, para quien se | |
compró, a el toca disponer della, y en tanto | |
pagarás tu, Hazan, dos mil doblas, y Ali otras | |
dos mil, y quedaráse la cautiua en poder mio, | 25 |
para que en nombre de entrambos yo la embie | |
a Constantinopla, por que no quede sin algun | |
premio, siquiera por auerme hallado presente, | |
y assi me ofrezco de embiarla a mi costa, con |
P.32
NOVELAS EXEMPLARES
la autoridad y decencia que se deue a quien se | |
embia, escriuiendo al gran señor todo lo que | |
aqui ha passado, y la voluntad que los dos | |
aueys mostrado a su seruicio." | |
No supieron, ni pudieron, ni quisieron con- | 5 |
tradezirle los dos enamorados turcos, y aunque | |
vieron que por aquel camino no conseguian su | |
desseo, huuieron de passar por el parecer del | |
cadi, formando y criando cada vno alla en su | |
animo vna esperança, que, aunque dudosa, | 10 |
les prometia poder llegar al fin de sus encendi- | |
dos desseos. Hazan, que se quedaua por virrey | |
en Chipre, pensaua dar tantas dadiuas al cadi, | |
que, vencido y obligado, le diesse la cautiua. | |
Ali imaginó de hazer vn hecho que le asse- | 15 |
guró salir con lo que desseaua, y, teniendo por | |
cierto cada qual su designio, vinieron con faci- | |
lidad en lo que el cadi quiso, y, de consenti- | |
miento y voluntad de los dos, se la entregaron | |
luego, y luego pagaron al iudio cada vno dos | 20 |
mil doblas. | |
Dixo el iudio que no la auia de dar con los | |
vestidos que tenia, porque valian otras dos mil | |
doblas, y assi era la verdad, a causa que en los | |
cabellos, que parte por las espaldas sueltos traia | 25 |
y parte atados y enlazados por la frente, se pa- | |
recian algunas hileras de perlas, que con estre- | |
mada gracia se enredauan con ellos. Las mani- | |
llas de los pies y manos, assimismo venian | |
llenas de gruesas perlas. El vestido era vna al- | 30 |
P.33
EL AMANTE LIBERAL
malafa de raso verde, toda bordada, y llena de | |
trenzillas de oro; en fin, les parecio a todos que | |
el iudio anduuo corto en el precio que pidio | |
por el vestido, y el cadi, por no mostrarse me- | |
nos liberal que los dos baxaes, dixo que el | 5 |
queria pagarle, porque de aquella manera se | |
presentasse al gran señor la christiana. | |
Tuuieronlo por bien los dos competidores, | |
creyendo cada vno que todo auia de venir a | |
su poder. Falta aora por dezir lo que sintio Ri- | 10 |
cardo de ver andar en almoneda su alma, y los | |
pensamientos que en aquel punto le vinieron, | |
y los temores que le sobresaltaron, viendo que | |
el auer hallado a su querida prenda era para | |
mas perderla; no sabia darse a entender si es- | 15 |
taua dormiendo o despierto, no dando credi- | |
to a sus mismos ojos de lo que veian, porque le | |
parecia cosa impossible ver tan impensadamen- | |
te delante dellos a la que pensaua que para | |
siempre los auia cerrado. | 20 |
Llegose en esto a su amigo Mahamut, y di- | |
xole: "¿No la conoces, amigo?" | |
"No la conozco" , dixo Mahamut. | |
"Pues has de saber" , replicó Ricardo, "que | |
es Leonisa." | 25 |
"¿Que es lo que dizes, Ricardo?" , dixo Ma- | |
hamut. | |
"Lo que has oydo" , dixo Ricardo. | |
"Pues calla, y no la descubras" , dixo Maha- | |
mut, "que la ventura va ordenando, que la ten- | 30 |
P.34
NOVELAS EXEMPLARES
gas buena y prospera, porque ella va a poder | |
de mi amo." | |
"¿Parecete" , dixo Ricardo, "que sera bien | |
ponerme en parte donde pueda ser visto?" | |
"No" , dixo Mahamut, "porque no la sobresal- | 5 |
tes o te sobresaltes, y no vengas a dar indicio | |
de que la conoces, ni que la has visto, que p0- | |
dna ser que redundasse en perjuyzio de mi | |
designio." | |
"Seguire tu parecer", respondio Ricardo, y | 10 |
ansi anduuo huyendo de que sus ojos se encon- | |
trassen con los de Leonisa, la qual tenia los | |
suyos, en tanto que esto passaua, clauados en | |
el suelo, derramando algunas lagrimas. | |
Llegose el cadi a ella, y assiendola de la | 15 |
mano, se la entregó a Mahamut, mandando- | |
le que la lleuasse a la ciudad, y se la entre- | |
gasse a su señora Halima y le dixesse la tratasse | |
como a esclaua del gran señor. | |
Hizolo assi Mahamut, y dexó solo a Ricardo, | 20 |
que con los ojos fue siguiendo a su estrella, | |
hasta que se le encubrio con la nube de los | |
muros de Nicosia. | |
Llegose al iudio, y preguntole que adonde | |
auia comprado, o en que modo auia venido a | 25 |
su poder aquella cautiua christiana. | |
El iudio le respondio que en la isla de la | |
Pantanalea la auia comprado a vnos turcos, | |
que alli auian dado al traues. Y queriendo pro- |
P.35
EL AMANTE LIBERAL
seguir adelante, lo estoruó el venirle a llamar | |
de parte de los baxaes, que querian pregun- | |
tarle lo que Ricardo desseaua saber, y con esto | |
se despidio del. En el camino que auia desde | |
las tiendas a la ciudad, tuuo lugar Mahamut de | 5 |
preguntar a Leonisa, en lengua italiana, que de | |
qué lugar era. La qual le respondio, que de la | |
ciudad de Trapana. Preguntole assimismo Ma- | |
hamut si conocia en aquella ciudad a vn caba- | |
hero rico y noble, que se llamaua Ricardo. | 10 |
Oyendo lo qual Leonisa, dio vn gran suspiro, | |
y dixo: "Si conozco, por mi mal." | |
"¿Cómo por vuestro mal?" , dixo Mahamut. | |
"Porque el me conocio a mi por el suyo y | |
por mi desuentura", respondio Leonisa. | 15 |
"Y por ventura" , preguntó Mahamut, "¿cono- | |
cistes tambien en la misma ciudad a otro caua- | |
llero de gentil disposicion, hijo de padres muy | |
ricos, y el por su persona muy valiente, muy | |
liberal y muy discreto, que se llamaua Cor- | 20 |
nelio?" | |
"Tambien le conozco", respondio Leonisa, "y | |
podre dezir mas por mi mal, que no a Ricardo. | |
Mas ¿quien soys vos, señor, que los conoceys, | |
y por ellos me preguntays?" . | 25 |
"Soy", dixo Mahamut, "natural de Palermo, | |
que por varios accidentes estoy en este trage | |
y vestido diferente del que yo solia traer, y | |
conozcolos, porque no ha muchos dias que | |
entrambos estuuieron en mi poder, que a Cor- | 30 |
nelio le cautiuaron vnos moros de Tripol de | |
Berberia, y le vendieron a vn turco, que le truxo |
P.36
NOVELAS EXEMPLARES
a esta isla, donde vino con mercancias, porque | |
es mercader de Rodas, el qual fiaua de Cornelio | |
toda su hazienda." | |
"Bien se la sabra guardar" , dixo Leonisa, | |
"porque sabe guardar muy bien la suya. Pero | 5 |
dezidme, señor, ¿como o con quien vino Ricar- | |
do a esta isla?" | |
"Vino", respondio Mahamut, "con vn cosario | |
que le cautiuó estando en vn jardin de la marina | |
de Trapana, y con el dixo que auian cautiuado | 10 |
a vna donzella, que nunca me quiso dezir | |
su nombre. Estuuo aqui algunos dias con su | |
amo, que yua a visitar el sepulcro de Mahoma, | |
que esta en la ciudad de Almedina, y al tiempo | |
de la partida cayo Ricardo muy enfermo y | 15 |
indispuesto, que su amo me lo dexó, por ser de | |
mi tierra, para que le curasse y tuuiesse cargo | |
del, hasta su buelta, o que si por aqui no bol- | |
uiesse, se le embiasse a Constantinopla, que | |
el me auisaria quando alla estuuiesse. Pero el | 20 |
cielo lo ordenó de otra manera, pues el sin ven- | |
tura de Ricardo, sin tener accidente alguno, en | |
pocos dias se acabaron los de su vida, siem- | |
pre llamando entre si a vna Leonisa, a quien | |
el me auia dicho que queria mas que a su vida | 25 |
y a su alma; la qual Leonisa me dixo que en | |
vna galeota, que auia dado al traues en la isla | |
de la Pantanalea, se auia ahogado, cuya muerte | |
siempre lloraua y siempre plañia, hasta que le |
P.37
EL AMANTE LIBERAL
truxo a termino de perder la vida, que yo no le | |
senti enfermedad en el cuerpo, sino muestras | |
de dolor en el alma." | |
"Dezidme, señor", replicó Leonisa, "esse | |
moço que dezis, en las platicas que trató con | 5 |
vos (que, como de vna patria, deuieron ser | |
muchas), ¿nombró alguna vez a essa Leonisa, | |
con todo el modo con que a ella y a Ricardo | |
catiuaron?" | |
"Si nombró" , dixo Mahamut, "y me preguntó | 10 |
si auia aportado por esta isla vna christiana | |
desse nombre, de tales y tales señas, a la qual | |
holgaria de hallar para rescatarla, si es que su | |
amo se auia ya desengañado de que no era tan | |
rica como el pensaua, aunque podia ser que, | 15 |
por auerla gozado, la tuuiesse en menos, que | |
como no passassen de trezientos o quatrozien- | |
tos escudos, el los daria de muy buena gana | |
por ella, porque vn tiempo la auia tenido algu- | |
na aficion." | 20 |
"Bien poca deuia de ser", dixo Leonisa, "pues | |
no passaua de quatrozientos escudos; mas libe- | |
ral es Ricardo, y mas valiente y comedido; Dios | |
perdone a quien fue causa de su muerte, que | |
fuy yo, que yo soy la sin ventura que el lloró | 25 |
por muerta; y sabe Dios si holgara de que el | |
fuera viuo, para pagarle con el sentimiento que | |
viera que tenia de su desgracia, el que el | |
mostro de la mia. Yo, señor, como ya os he | |
dicho, soy la poco querida de Cornelio y la bien | 30 |
P.38
NOVELAS EXEMPLARES
llorada de Ricardo, que por muy muchos y | |
varios casos he venido a este miserable estado | |
en que me veo, y aunque es tan peligroso, | |
siempre por fauor del cielo he conseruado en | |
el la entereza de mi honor, con la qual viuo | 5 |
contenta en mi miseria. Aora, ni se dónde es- | |
toy, ni quién es mi dueño, ni adónde han de | |
dar conmigo mis contrarios hados, por lo qual | |
os ruego, señor, siquiera por la sangre que de | |
christiano teneys, me aconsejeys en mis tra- | 10 |
bajos, que puesto que el ser muchos me han | |
hecho algo aduertida, sobreuienen cada mo- | |
mento tantos y tales, que no se cómo me he | |
de auenir con ellos." | |
A lo qual respondio Mahamut que el haria lo | 15 |
que pudiesse en seruirla, aconsejandola y ayu- | |
dandola con su ingenio y con sus fuerças; ad- | |
aduirtiola de la diferencia que por su causa | |
auian tenido los dos baxaes, y como quedaua | |
en poder del cadi, su amo, para lleuarla pre- | 20 |
sentada al gran turco Selin a Constantinopla; | |
pero que antes que esto tuuiesse efeto, tenia | |
esperança en el verdadero Dios, en quien el | |
creia, aunque mal christiano, que lo auia de | |
disponer de otra manera, y que la aconsejaua | 25 |
se huuiesse bien con Halima, la muger del cadi | |
su amo, en cuyo poder auia de estar, hasta que | |
la embiassen a Constantinopla, aduirtiendola de | |
la condicion de Halima, y con essas le dixo otras | |
cosas de su prouecho, hasta que la dexó en su | 30 |
casa y en poder de Halima, a quien dixo el re- | |
caudo de su amo. |
P.39
EL AMANTE LIBERAL
Recibiola bien la mora, por verla tan bien | |
adereçada y tan hermosa. Mahamut se boluio | |
a las tiendas a contar a Ricardo lo que con Leo- | |
nisa le auia passado, y, hallandole, se lo conto | |
todo punto por punto; y quando llegó al del | 5 |
sentimiento que Leonisa auia hecho quando | |
le dixo que era muerto, casi se le vinieron las | |
lagrimas a los ojos. Dixole como auia fingido | |
el cuento del cautiuerio de Cornelio, por ver lo | |
que ella sentia. Aduirtiole la tibieza y la ma- | 10 |
licia con que de Cornelio auia hablado: todo lo | |
qual fue pictima para el afligido coraçon de Ri- | |
cardo, el qual dixo a Mahamut: "Acuerdome, | |
amigo Mahamut, de vn cuento que me conto mi | |
padre, que ya sabes quan curioso fue, y oyste | 15 |
quanta honra le hizo el Emperador Carlos Quin- | |
to, a quien siempre siruio en honrosos cargos de | |
la guerra. Digo, que me conto que quando el | |
Emperador estuuo sobre Tunez y la tomó con la | |
fuerça de la Goleta, estando vn dia en la campa- | 20 |
ña, y en su tienda, le truxeron a presentar vna | |
mora, por cosa singular en belleza, y que, al | |
tiempo que se la presentaron, entrauan algunos | |
rayos del sol por vnas partes de la tienda, y da- | |
uan en los cabellos de la mora, que con los mis- | 25 |
mos del sol, en ser rubios, competian, cosa nueua | |
en las moras, que siempre se precian de tener- | |
los negros; contaua que en aquella ocasion se | |
hallaron en la tienda, entre otros muchos, dos | |
caualleros españoles: el vno era andaluz, y el | 30 |
P.40
NOVELAS EXEMPLARES
otro era catalan, ambos muy discretos, y am- | |
bos poetas; y auiendola visto el andaluz, co- | |
menço con admiracion a dezir vnos versos, que | |
ellos llaman coplas, con vnas consonancias o | |
consonantes dificultosos, y parando en los cin- | 5 |
co versos de la copla, se detuuo sin darle fin ni | |
a la copla ni a la sentencia, por no ofrecersele | |
tan de improuiso los consonantes necessarios | |
para acabarla. Mas el otro cauallero, que es- | |
taua a su lado y auia oydo los versos, viendole | 10 |
suspenso, como si le hurtara la media copla | |
de la boca, la prosiguio y acabó con las mismas | |
consonancias. Y esto mismo se me vino a | |
la memoria, quando vi entrar a la hermosissima | |
Leonisa por la tienda del baxa, no solamente | 15 |
escureciendo los rayos del sol, si la tocaran, | |
sino a todo el cielo con sus estrellas". | |
"Paso, no mas" , dixo Mahamut; "detente, | |
amigo Ricardo, que a cada paso temo que has | |
de passar tanto la raya en las alabanças de | 20 |
tu bella Leonisa, que, dexando de parecer | |
christiano, parezcas gentil, dime, si quieres, | |
essos versos, o coplas, o como los llamas, | |
que despues hablaremos en otras cosas, | |
que sean de mas gusto y aun quiza de mas | 25 |
prouecho." | |
"En buen ora", dixo Ricardo, "y bueluote a |
P.41
EL AMANTE LIBERAL
aduertir que los cinco versos dixo el vno, y los | |
otros cinco el otro, todos de improuiso, y son | |
estos: | |
Como quando el sol assoma | |
por vna montaña baxa, | 5 |
y de supito nos toma, | |
y con su vista nos doma | |
nuestra vista, y la relaxa; | |
como la piedra balaxa, | |
que no consiente carcoma, | 10 |
tal es el tu rostro, Axa, | |
dura lança de Mahoma | |
que las mis entrañas raxa". | |
"Bien me suenan al oydo", dixo Mahamut, | |
"y mejor me suena y me parece que estes para | 15 |
dezir versos, Ricardo, porque el dezirlos, o el | |
hazerlos, requieren animos de animos desapas- | |
sionados." | |
"Tambien se suelen" , respondio Ricardo, | |
"llorar endechas, como cantar hymnos, y todo | 20 |
es dezir versos. Pero dexando esto a parte, | |
dime, ¿qué piensas hazer en nuestro negocio? | |
que puesto que no entendi lo que los baxaes | |
trataron en la tienda, en tanto que tu lleuaste | |
a Leonisa, me lo conto vn renegado de mi | 25 |
amo, veneciano, que se halló presente, y en- | |
tiende bien la lengua turquesca, y lo que es | |
menester ante todas cosas, es buscar traza como | |
Leonisa no vaya a mano del gran señor." | |
"Lo primero que se ha de hazer" , respondio | 30 |
Mahamut, "es que tu vengas a poder de mi | |
amo, que esto hecho, despues nos aconsejare- | |
mos en lo que mas nos conuiniere." |
P.42
NOVELAS EXEMPLARES
En esto vino el guardian de los cautiuos | |
christianos de Hazan y lleuó consigo a Ricardo. | |
El cadi boluio a la ciudad con Hazan, que en | |
breues dias hizo la residencia de Ali, y se la dio | |
cerrada y sellada para que se fuesse a Constan- | 5 |
tinopla. El se fue luego, dexando muy encargado | |
al cadi que con breuedad embiasse la cautiua, | |
escriuiendo al gran señor de modo que le apro- | |
uechasse para sus pretensiones. Prometioselo el | |
cadi con traydoras entrañas, porque las tenia | 10 |
hechas ceniça por la cautiua. Ydo Ali lleno de | |
falsas esperanças, y quedando Hazan no vazio | |
de ellas, Mahamut hizo de modo que Ricardo | |
vino a poder de su amo. Yuanse los dias, y el | |
desseo de ver a Leonisa apretaua tanto a Ricar- | 15 |
do, que no alcançaua vn punto de sossiego. | |
Mudose Ricardo el nombre en el de Mario, por- | |
que no llegasse el suyo a oydos de Leonisa, | |
antes que el la viesse, y el verla era muy difi- | |
cultoso, a causa que los moros son en estremo | 20 |
zelosos, y encubren de todos los hombres los | |
rostros de sus mugeres, puesto que en mostrar- | |
se ellas a los christianos no se les haze de mal; | |
quiza deue de ser que, por ser cautiuos, no | |
los tienen por hombres cauales. Auino, pues, | 25 |
que vn dia la señora Halima vio a su esclauo | |
Mario, y tan visto y tan mirado fue, que se le | |
quedó grauado en el coraçon y fixo en la me- | |
moria. Y quiza poco contenta de los abraços | |
floxos de su anciano marido, con facilidad dio | 30 |
lugar a vn mal desseo; y con la misma dio | |
cuenta del a Leonisa, a quien ya queria mucho |
P.43
EL AMANTE LIBERAL
por su agradable condicion y proceder discreto, | |
y tratauala con mucho respecto, por ser prenda | |
del gran señor; dixole como el cadi auia traydo | |
a casa vn cautiuo christiano, de tan gentil do- | |
nayre y parecer, que a sus ojos no auia visto | 5 |
mas lindo hombre en toda su vida, y que dezian | |
que era chilibi, que quiere dezir cauallero, y de | |
la misma tierra de Mahamut, su renegado, y que | |
no sabia como darle a entender su voluntad, | |
sin que el christiano la tuuiesse en poco, por | 10 |
auersela declarado. | |
Preguntole Leonisa como se llamaua el cau- | |
tiuo, y dixole Halima que se llamaua Mario. | |
A lo qual replicó Leonisa: "Si el fuera caua- | |
llero, y del lugar que dizen, yo le conociera, | 15 |
mas desse nombre Mario, no ay ninguno en | |
Trapana; pero haz, señora, que yo le vea y | |
hable, que te dire quien es y lo que del se | |
puede esperar." | |
"Assi sera" , dixo Halima, "porque el viernes, | 20 |
quando esté el cadi haziendo la zala en la mez- | |
quita, le hare entrar aca dentro, donde le podras | |
hablar a solas; y si te pareciere darle indicios | |
de mi desseo, haraslo por el mejor modo que | |
pudieres." | 25 |
Esto dixo Halima a Leonisa, y no auian pas- | |
sado dos horas, quando el cadi llamó a Maha- | |
mut y a Mario, y con no menos eficacia que | |
Halima auia descubierto su pecho a Leonisa, | |
descubrio el enamorado viejo el suyo a sus dos | 30 |
esclauos, pidiendoles consejo en lo que haria | |
para gozar de la christiana y cumplir con el |
P.44
NOVELAS EXEMPLARES
gran señor, cuya ella era, diziendoles que antes | |
pensaua morir mil vezes que entregalla vna | |
al gran turco. Con tales afectos dezia su passion | |
el religioso moro, que la puso en los coraçones | |
de sus dos esclauos, que todo lo contrario de | 5 |
lo que el pensaua pensauan. Quedó puesto | |
entre ellos que Mario, como hombre de su tierra, | |
aunque auia dicho que no la conocia, tomasse | |
la mano en solicitarla y en declararle la volun- | |
tad suya, y quando por este modo no se pu- | 10 |
diesse alcançar, que vsaria el de la fuerça, | |
pues estaua en su poder. Y esto hecho, con de- | |
zir que era muerta, se escusarian de embiarla | |
a Constantinopla. Contentissimo quedó el cadi | |
con el parecer de sus esclauos, y con la imagi- | 15 |
nada alegria ofrecio desde luego libertad a | |
Mahamut, mandandole la mitad de su hazienda | |
despues de sus dias; assimismo prometio a | |
Mario, si alcançaua lo que queria, libertad y | |
dineros con que boluiesse a su tierra rico, hon- | 20 |
rado y contento. Si el fue liberal en prometer, | |
sus cautiuos fueron prodigos, ofreciendole de | |
alcançar la luna del cielo, quanto mas a Leoni- | |
sa, como el diesse comodidad de hablarla. | |
"Essa dare yo a Mario, quanta el quisiere", | 25 |
respondio el cadi, "porque hare que Halima se | |
vaya en casa de sus padres, que son griegos | |
christianos, por algunos dias, y estando fuera, | |
mandaré al portero que dexe entrar a Mario | |
dentro de casa todas las vezes que el quisiere, | 30 |
P.45
EL AMANTE LIBERAL
y dire a Leonisa que bien podra hablar con su | |
paysano quando le diere gusto." | |
Desta manera començo a boluer el viento de | |
la ventura de Ricardo, soplando en su fauor, | |
sin saber lo que hazian sus mismos amos. To- | 5 |
mado, pues, entre los tres este apuntamiento, | |
quien primero le puso en platica fue Halima, | |
bien assi como muger, cuya naturaleza es facil | |
y arrojadiza para todo aquello que es de su | |
gusto. Aquel mismo dia dixo el cadi a Halima | 10 |
que, quando quisiesse, podria yrse a casa de | |
sus padres a holgarse con ellos los dias que | |
gustasse. Pero como ella estaua alboroçada con | |
las esperanças que Leonisa le auia dado, no | |
solo no se fuera a casa de sus padres, sino al | 15 |
fingido parayso de Mahoma no quisiera yrse; | |
y assi le respondio que por entonces no tenia | |
tal voluntad, y que, quando ella la tuuiesse, lo | |
diria, mas que auia de lleuar consigo a la cau- | |
tiua christiana. | 20 |
"Esso no", replicó el cadi, "que no es bien | |
que la prenda del gran señor sea vista de nadie, | |
y mas, que se le ha de quitar que conuerse | |
con christianos, pues sabeys que, en llegando a | |
poder del gran señor, la han de encerrar en el | 25 |
serrallo y boluerla turca, quiera o no quiera." | |
"Como ella ande conmigo", replicó Halima, | |
"no importa que este en casa de mis padres ni | |
que comunique con ellos, que mas comunico | |
yo, y no dexo por esso de ser buena turca, y | 30 |
mas, que lo mas que pienso estar en su casa | |
seran hasta quatro o cinco dias, porque el amor | |
P.46
NOVELAS EXEMPLARES
que os tengo no me dara licencia para estar | |
tanto ausente y sin veros." | |
No la quiso replicar el cadi, por no darle oca- | |
sion de engendrar alguna sospecha de su in- | |
tencion. Llegose en esto el viernes, y el se fue | 5 |
a la mezquita, de la qual no podia salir en casi | |
quatro horas; y apenas le vio Halima apartado | |
de los vmbrales de casa, quando mandó llamar | |
a Mario, mas no le dexaua entrar vn christiano | |
corço que seruia de portero en la puerta del | 10 |
patio, si Halima no le diera vozes que le dexas- | |
se, y assi entró confuso y temblando, como si | |
fuera a pelear con vn exercito de enemigos. | |
Estaua Leonisa del mismo modo y trage que | |
quando entró en la tienda del baxa, sentada al | 15 |
pie de vna escalera grande de marmol, que a | |
los corredores subia. Tenia la cabeça inclinada | |
sobre la palma de la mano derecha, y el braço | |
sobre las rodillas, los ojos a la parte contraria | |
de la puerta por donde entró Mario, de manera | 20 |
que aunque el yua hazia la parte donde ella | |
estaua, ella no le veia. Assi como entró Ricar- | |
do, passeó toda la casa con los ojos, y no vio | |
en toda ella sino vn mudo y sossegado silen- | |
cio, hasta que paró la vista donde Leonisa | 25 |
estaua. | |
En vn instante al enamorado Ricardo le so- | |
breuinieron tantos pensamientos, que le sus- | |
pendieron y alegraron, considerandose veynte | |
pasos, a su parecer, o poco mas, desuiado de | 30 |
su felicidad y contento. Considerauase cautiuo, | |
y a su gloria en poder ageno. Estas cosas rebol- | |
P.47EL AMANTE LIBERAL
uiendo entre si mismo, se mouia poco a poco, | |
y con temor y sobresalto, alegre y triste, teme- | |
roso y esforçado, se yua llegando al centro | |
donde estaua el de su alegria, quando a des- | |
hora boluio el rostro Leonisa, y puso los ojos | 5 |
en los de Mario, que atentamente la miraua. | |
Mas quando la vista de los dos se encontraron, | |
con diferentes efetos dieron señal de lo que sus | |
almas auian sentido. | |
Ricardo se paró, y no pudo echar pie adelan- | 10 |
te. Leonisa, que, por la relacion de Mahamut, | |
tenia a Ricardo por muerto, y el verle viuo tan | |
no esperadamente, llena de temor y espanto, | |
sin quitar del los ojos, ni boluer las espaldas, | |
boluio atras quatro o cinco escalones, y sacan- | 15 |
do vna pequeña cruz del seno, la besaua mu- | |
chas vezes y se santiguó infinitas, como si | |
alguna fantasma o otra cosa del otro mundo | |
estuuiera mirando. | |
Boluio Ricardo de su embelesamiento, y co- | 20 |
nocio, por lo que Leonisa hazia, la verdadera | |
causa de su temor, y assi le dixo: "A mi me | |
pesa, ¡o hermosa Leonisa!, que no ayan sido | |
verdad las nueuas que de mi muerte te dio | |
Mahamut, porque con ella escusara los temores | 25 |
que aora tengo de pensar si todavia esta en su | |
ser y entereza el rigor que contino has vsado | |
conmigo. Sossiegate, señora, y baxa, y si te | |
atreues a hazer lo que nunca hiziste, que es lle- | |
garte a mi, llega y veras que no soy cuerpo | 30 |
fantástico; Ricardo soy, Leonisa; Ricardo, el de | |
tanta ventura, quanta tu quisieres que tenga." | |
P.48
NOVELAS EXEMPLARES
Pusose Leonisa en esto el dedo en la boca, | |
por lo qual entendio Ricardo que era señal de | |
que callasse o hablasse mas quedo; y, toman- | |
do algun poco de animo, se fue llegando a ella | |
en distancia que pudo oyr estas razones: "Habla | 5 |
paso, Mario, que assi me parece que te llamas | |
aora, y no trates de otra cosa de la que yo te | |
tratare, y aduierte que podria ser que el auer- | |
nos oydo fuesse parte para que nunca nos bol- | |
uiessemos a ver. Halima, nuestra ama, creo que | 10 |
nos escucha, la qual me ha dicho que te adora; | |
hame puesto por intercessora de su desseo; si a | |
el quisieres corresponder, aprouecharte ha mas | |
para el cuerpo que para el alma, y quando no | |
quieras, es forçoso que lo finjas, siquiera por- | 15 |
que yo te lo ruego, y por lo que merecen des- | |
seos de muger declarados." | |
A esto respondio Ricardo: "Iamas pense, ni | |
pude imaginar, hermosa Leonisa, que cosa | |
que me pidieras truxera consigo impossible de | 20 |
cumplirla; pero la que me pides me ha desen- | |
gañado. ¿Es, por ventura, la voluntad tan ligera | |
que se pueda mouer y lleuar donde quisieren | |
lleuarla, o estarle ha bien al varon honrado y | |
verdadero fingir en cosas de tanto peso? Si a | 25 |
ti te parece que alguna destas cosas se deue, o | |
puede hazer, haz lo que mas gustares, pues eres | |
señora de mi voluntad; mas ya se que tambien | |
me engañas en esto, pues jamas la has conoci- | |
do, y assi no sabes lo que has de hazer della. | 30 |
P.49
EL AMANTE LIBERAL
Pero a trueco que no digas que, en la primera | |
cosa que me mandaste, dexaste de ser obede- | |
cida, yo perdere del derecho que deuo a ser | |
quien soy, y satisfare tu desseo y el de Halima | |
fingidamente, corno dizes, si es que se ha de | 5 |
grangear con esto el bien de verte; y assi finge | |
tu las respuestas a tu gusto, que desde aqui las | |
firma y confirma mi fingida voluntad. Y en pago | |
desto que por ti hago, que es lo mas que a mi | |
parecer podre hazer, aunque de nueuo te de el | 10 |
alma, que tantas vezes te he dado, te ruego que | |
breuemente me digas como escapaste de las | |
manos de los cosarios, y como veniste a las del | |
iudio que te vendio." | |
"Mas espacio" , respondio Leonisa, "pide el | 15 |
cuento de mis desgracias; pero, con todo esso, | |
te quiero satisfazer en algo. Sabras, pues, que | |
a cabo de vn dia que nos apartamos, boluio el | |
baxel de Yzuf con vn rezio viento a la misma | |
isla de la Pantanalea, donde tambien vimos a | 20 |
vuestra galeota; pero la nuestra, sin poderlo re- | |
mediar, embistio en las peñas. Viendo, pues, | |
mi amo tan a los ojos su perdicion, vació con | |
gran presteza dos barriles que estauan llenos | |
de agua, tapolos muy bien, y atolos con cuerdas | 25 |
el vno con el otro; pusome a mi entre ellos, | |
desnudose luego, y tomando otro barril entre | |
los braços, se ató con vn cordel el cuerpo, y con | |
el mismo cordel dio cabo a mis barriles, y con | |
grande animo se arrojó a la mar, lleuandome | 30 |
P.50
NOVELAS EXEMPLARES
tras si. Yo no tuue animo para arrojarme, que | |
otro turco me impelio y me arrojó tras Yzuf, | |
donde cai sin ningun sentido, ni bolui en mi, | |
hasta que me hallé en tierra en braços de dos | |
turcos, que, buelta la boca al suelo me tenian, | 5 |
derramando gran cantidad de agua que auia | |
beuido. Abri los ojos, atonita y espantada, y vi | |
a Yzuf junto a mi, hecha la cabeça pedaços, | |
que, segun despues supe, al llegar a tierra dio | |
con ella en las peñas, donde acabó la vida. Los | 10 |
turcos assimismo me dixeron que, tirando de la | |
cuerda, me sacaron a tierra casi ahogada; solas | |
ocho personas se escaparon de la desdichada | |
galeota. Ocho dias estuuimos en la isla, guar- | |
dandome los turcos el mismo respecto que si | 15 |
fuera su hermana, y aun mas. Estauamos escon- | |
didos en vna cueua, temerosos ellos que no | |
baxassen de vna fuerça de christianos que está | |
en la isla y los cautiuassen; sustentaronse con | |
el vizcocho mojado que la mar echó a la orilla | 20 |
de lo que lleuauan en la galeota, lo qual salian | |
a coger de noche. Ordenó la suerte, para mayor | |
mal mio, que la fuerça estuuiesse sin capitan, | |
que pocos dias auia que era muerto, y en la | |
fuerça no auia sino veynte soldados. Esto se | 25 |
supo de vn muchacho que los turcos cautiua- | |
ron, que baxó de la fuerça a coger conchas a la | |
marina. A los ocho dias llegó a aquella costa | |
vn baxel de moros, que ellos llaman caramuça- | |
les; vieronle los turcos, y salieron de donde esta- | 30 |
uan, y haziendo señas al baxel, que estaua cer- | |
ca de tierra, tanto, que conocio ser turcos los |
P.51
EL AMANTE LIBERAL
que los llamauan; ellos contaron sus desgracias, | |
y los moros los recibieron en su baxel, en el | |
qual venia vn iudio riquissimo mercader, y toda | |
la mercancia del baxel, o la mas, era suya; era | |
de barraganes y alquizeles, y de otras cosas que | 5 |
de Berberia se lleuauan a leuante. En el mis- | |
mo baxel los turcos se fueron a Tripol, y en el | |
camino me vendieron al iudio, que dio por mi | |
dos mil doblas, precio excessiuo, si no le hizie- | |
ra liberal el amor que el iudio me descubrio. | 10 |
"Dexando, pues, los turcos en Tripol, tornó | |
el baxel a hazer su viage, y el iudio dio en soli- | |
citarme descaradamente; yo le hize la cara que | |
merecian sus torpes desseos. Viendose, pues, | |
desesperado de alcançarlos, determinó de des- | 15 |
hazerse de mi en la primera ocasion que se le | |
ofreciesse. Y sabiendo que los dos baxaes, Ali y | |
Hazan, estauan en aquesta isla, donde podia | |
vender su mercaduria tam bien como en Xio, | |
en quien pensaua venderla, se vino aqui con | 20 |
intencion de venderme a alguno de los dos | |
baxaes, y por esso me vistio de la manera que | |
aora me vees, por aficionarles la voluntad a | |
que me comprassen. He sabido que me ha com- | |
prado este cadi, para lleuarme a presentar al | 25 |
gran turco, de que no estoy poco temerosa. | |
Aqui he sabido de tu fingida muerte, y sete | |
dezir, si lo quieres creer, que me pessó en el |
P.52
NOVELAS EXEMPLARES
alma, y que te tuue mas embidia que lastima, | |
y no por quererte mal, que ya que soy desamo- | |
rada, no soy ingrata ni desconocida, sino por- | |
que auias acabado con la tragedia de tu vida." | |
"No dizes mal, señora", respondio Ricardo, | 5 |
"si la muerte no me huuiera estoruado el bien | |
de boluer a verte, que aora en mas estimo este | |
instante de gloria que gozo en mirarte, que | |
otra ventura, como no fuera la eterna, que en | |
la vida o en la muerte pudiera assegurarme mi | 10 |
desseo. El que tiene mi amo el cadi, a cuyo po- | |
der he venido por no menos varios accidentes | |
que los tuyos, es el mismo para contigo que | |
para conmigo lo es el de Halima. Hame puesto | |
a mi por interprete de sus pensamientos; acep- | 15 |
té la empressa, no por darle gusto, sino por el | |
que grangeaua en la comodidad de hablarte, | |
por que veas, Leonisa, el termino a que nues- | |
tras desgracias nos han traydo: a ti, a ser me- | |
dianera de vn impossible que, en lo que me | 20 |
pides, conoces; a mi, a serlo tambien de la cosa | |
que menos pense, y de la que dare, por no al- | |
cançalla, la vida, que aora estimo en lo que | |
vale la alta ventura de verte." | |
"No se que te diga, Ricardo", replicó Leonisa, | 25 |
"ni que salida se tome al laberinto donde, como | |
dizes, nuestra corta ventura nos tiene puestos. | |
Solo se dezir que es menester vsar en esto lo | |
que de nuestra condicion no se puede esperar, | |
que es el fingimiento y engaño; y assi digo que | 30 |
P.53
EL AMANTE LIBERAL
de ti dare a Halima algunas razones, que antes | |
la entretengan que desesperen. Tu de mi po- | |
dras dezir al cadi lo que para seguridad de mi | |
honor y de su engaño vieres que mas conuen- | |
ga. Y pues yo pongo mi honor en tus manos, | 5 |
bien puedes creer del que le tengo, con la en- | |
tereza y verdad que podian poner en duda | |
tantos caminos como he andado y tantos com- | |
bates como he sufrido; el hablarnos sera facil, | |
y a mi sera de grandissimo gusto el hazello, | 10 |
con presupuesto que jamas me has de tratar | |
cosa que a tu declarada pretension pertenezca, | |
que en la hora que tal hizieres, en la misma me | |
despedire de verte, porque no quiero que pien- | |
ses que es de tan pocos quilates mi valor, que | 15 |
ha de hazer con el la cautiuidad lo que la liber- | |
tad no pudo; como el oro tengo de ser, con el | |
fauor del cielo, que, mientras mas se acrisola, | |
queda con mas pureza y mas limpio. Conten- | |
tate con que he dicho que no me dara, como | 20 |
solia, fastidio tu vista, porque te hago saber, | |
Ricardo, que siempre te tuue por desabrido y | |
arrogante, y que presumias de ti algo mas de | |
lo que deuias. Confiesso tambien que me en- | |
gañaua, y que podria ser que [al] hazer aora la | 25 |
experiencia me pusiesse la verdad delante de | |
los ojos el desengaño; y estando desengañada, | |
fuesse, con ser honesta, mas humana. Vete con | |
Dios, que temo no nos aya escuchado Halima, la | |
qual entiende algo de la lengua christiana, a | 30 |
P.54
NOVELAS EXEMPLARES
lo menos de aquella mezcla de lenguas que se | |
vsa, con que todos nos entendemos." | |
"Dizes muy bien", señora, respondio Ricardo, | |
"y agradezcote infinito el desengaño que me | |
has dado, que le estimo en tanto como la merced | 5 |
que me hazes, en dexar verte; y, como tu dizes, | |
quiza la experiencia te dara a entender quan | |
llana es mi condicion y quan humilde, espe- | |
cialmente para adorarte, y sin que tu pusieras | |
termino ni raya a mi trato, fuera el tan honesto | 10 |
para contigo, que no acertaras a dessearle me- | |
jor. En lo que toca a entretener al cadi, viue | |
descuydada; haz tu lo mismo con Halima, y | |
entiende, señora, que despues que te he visto | |
ha nacido en mi vna esperança tal, que me | 15 |
assegura que presto hemos de alcançar la liber- | |
tad desseada. Y con esto quedate a Dios, que | |
otra vez te contaré los rodeos por donde la for- | |
tuna me truxo a este estado, despues que de ti | |
me aparté, o, por mejor dezir, me apartaron. | 20 |
Con esto se despidieron, y quedó Leonisa | |
contenta y satisfecha del llano proceder de Ri- | |
cardo, y el contentissimo de auer oydo vna pa- | |
labra de la boca de Leonisa sin aspereza. | |
Estaua Halima cerrada en su aposento, ro- | 25 |
gando a Mahoma truxesse Leonisa buen des- | |
pacho de lo que le auia encomendado. El cadi | |
estaua en la mezquita, recompensando con los | |
suyos los desseos de su muger, teniendolos so- | |
licitos y colgados de la respuesta que esperaua | 30 |
oyr de su esclauo, a quien auia dexado encar- | |
gado hablasse a Leonisa, pues, para poderlo | |
P.55EL AMANTE LIBERAL
hazer, le daria comodidad Mahamut, aunque | |
Halima estuiesse en casa. Leonisa acrecento en | |
Halima el torpe desseo y el amor, dandole muy | |
buenas esperanças que Mario haria todo lo que | |
pidiesse. Pero que auia de dexar passar prime- | 5 |
ro dos lunes, antes que concediesse con lo que | |
desseaua el mucho mas que ella, y este tiempo | |
y termino pedia, a causa que hazia vna plegaria | |
y oracion a Dios para que le diesse libertad. | |
Contentose Halima de la disculpa y de la re- | 10 |
lacion de su querido Ricardo, a quien ella diera | |
libertad antes del termino deuoto, como el con- | |
cediera con su desseo; y assi rogo a Leonisa le | |
rogasse dispensasse con el tiempo y acortasse | |
la dilacion, que ella le ofrecia quanto el cadi | 15 |
pidiesse por su rescate. | |
Antes que Ricardo respondiesse a su amo, se | |
aconsejó con Mahamut de qué le responderia, | |
y acordaron entre los dos qué le desesperas- | |
sen, y le aconsejassen que lo mas presto que | 20 |
pudiesse la lleuasse a Constantinopla, y que en | |
el camino, o por grado o por fuerza, alcançaria | |
su desseo, y que para el inconueniente que se | |
podia ofrecer de cumplir con el gran señor, seria | |
bueno comprar otra esclaua, y en el viage fingir | 25 |
o hazer de modo como Leonisa cayesse enfer- | |
ma, y que vna noche echarian la christiana | |
comprada a la mar, diziendo que era Leonisa, | |
la cautiua del gran señor, que se auia muerto; | |
y que esto se podia hazer y se haria en modo | 30 |
P.56
NOVELAS EXEMPLARES
que jamas la verdad fuesse descubierta, y el | |
quedasse sin culpa con el gran señor, y con el | |
cumplimiento de su voluntad. Y que, para la | |
duracion de su gusto, despues se daria traza | |
conueniente y mas prouechosa. Estaua tan ciego | 5 |
el misero y anciano cadi, que si otros mil dis- | |
parates le dixeran, como fueran encaminados | |
a cumplir sus esperanças, todos los creyera, | |
quanto mas que le parecio que todo lo que le | |
dezian lleuaua buen camino y prometia pros- | 10 |
pero sucesso; y assi era la verdad, si la inten- | |
cion de los dos consejeros no fuera leuantarse | |
con el baxel, y darle a el la muerte, en pago de | |
sus locos pensamientos. Ofreciosele al cadi otra | |
dificultad, a su parecer mayor de las que en | 15 |
aquel caso se le podia ofrecer, y era pensar que | |
su muger Halima no le auia de dexar yr a Cons- | |
tantinopla, si no la lleuaua consigo. Pero presto | |
la faci1itó, diziendo que, en cambio de la chris- | |
tiana que auian de comprar para que muriesse | 20 |
por Leonisa, seruiria Halima, de quien desseaua | |
librarse mas que de la muerte. Con la misma | |
facilidad que el lo penso, con la misma se lo | |
concedieron Mahamut y Ricardo, y quedando | |
firmes en esto, aquel mismo dia dio cuenta el | 25 |
cadi a Halima del viage que pensaua hazer a | |
Constantinopla, a lleuar la christiana al gran | |
señor, de cuya liberalidad esperaua que le | |
hiziesse gran cadi del Cayro o de Constanti- | |
nopla. | 30 |
P.57
EL AMANTE LIBERAL
Halima le dixo que le parecia muy bien su | |
determinacion, creyendo que se dexaria a Ri- | |
cardo en casa. Mas quando el cadi le certificó | |
que le auia de lleuar consigo, y a Mahamut | |
tambien, tornó a mudar de parecer, y a desacon- | 5 |
sejarle lo que primero le auia aconsejado. | |
En resolucion, concluyó que, si no la lleuaua | |
consigo, no pensaua dexarle yr en ninguna | |
manera. | |
Contentose el cadi de hazer lo que ella que- | 10 |
ria, porque pensaua sacudir presto de su cuello | |
aquella para el tan pesada carga. No se des- | |
cuydaua en este tiempo Hazan baxa de solici- | |
tar al cadi le entregasse la esclaua, ofrecien- | |
dole montes de oro, y auiendole dado a Ricar- | 15 |
do de ualde, cuyo rescate apreciaua en dos mil | |
escudos; facilitauale la entrega con la misma | |
industria, que el se auia imaginado, de hazer | |
muerta la cautiua quando el gran turco embias- | |
se por ella. Todas estas dadiuas y promessas | 20 |
aprouecharon con el cadi, no mas de po- | |
nerle en la voluntad que abreuiasse su partida. | |
Y assi, solicitado de su desseo y de las impor- | |
tunaciones de Hazan, y aun de las de Halima, | |
que tambien fabricaua en el ayre vanas espe- | 25 |
ranças, dentro de veynte dias adereço vn ver- | |
gantin de quinze vancos, y le armó de buenas | |
voyas moros, y de algunos christianos griegos. | |
Embarcó en el toda su riqueza, y Halima no | |
P.58
NOVELAS EXEMPLARES
dexó en su casa cosa de momento, y rogo a su | |
marido que la dexasse lleuar consigo a sus pa- | |
dres, para que viessen a Constantinopla. Era la | |
intencion de Halima la misma que la de Maha- | |
mut: hazer con el y con Ricardo, que en el ca- | 5 |
mino se alçassen con el vergantin. Pero no les | |
quiso declarar su pensamiento, hasta verse em- | |
barcada, y esto con voluntad de yrse a tierra | |
de christianos, y boluerse a lo que primero auia | |
sido, y casarse con Ricardo, pues era de creer, | 10 |
que lleuando tantas riquezas consigo, y bol- | |
uiendose christiana, no dexaria de tomarla por | |
muger. En este tiempo habló otra vez Ricardo | |
con Leonisa, y le declaró toda su intencion, y | |
ella le dixo la que tenia Halima, que con ella | 15 |
auia comunicado; encomendaronse los dos el | |
secreto, y, encomendandose a Dios, esperauan | |
el dia de la partida, el qual llegado, salio Hazan | |
acompañandolos hasta la marina con todos sus | |
soldados, y no los dexó hasta que se hizieron | 20 |
a la vela, ni aun quitó los ojos del vergantin | |
hasta perderle de vista. Y parece que el ayre de | |
los suspiros que el enamorado moro arrojaua, | |
impelia con mayor fuerça las velas, que le | |
apartauan y lleuauan el alma. Mas como aquel | 25 |
a quien el amor auia tanto tiempo que sosse- | |
gar no le dexaua, pensando en lo que auia de | |
hazer, para no morir a manos de sus desseos, | |
puso luego por obra lo que con largo discurso | |
y resoluta determinacion tenia pensado, y assi, | 30 |
en vn baxel de diez y siete vancos, que en otro | |
puerto auia hecho armar, puso en el cinquenta | |
P.59
EL AMANTE LIBERAL
soldados, todos amigos y conocidos suyos, y a | |
quien el tenia obligados con muchas dadiuas y | |
promessas, y dioles orden que saliessen al ca- | |
mino y tomassen el baxel del cadi y sus rique- | |
zas, passando a cuchillo quantos en el yuan, | 5 |
si no fuesse a Leonisa la cautiua, que a ella sola | |
queria por despojo auentajado a los muchos | |
aueres que el vergantin lleuaua; ordenoles tam- | |
bien, que le echassen a fondo, de manera que | |
ninguna cosa quedasse que pudiesse dar indi- | 10 |
cio de su perdicion. La codicia del saco les puso | |
alas en los pies, y esfuerço en el coraçon, aun- | |
que bien vieron quan poca defensa auian de | |
hallar en los del vergantin, segun yuan desar- | |
mados, y sin sospecha de semejante aconteci- | 15 |
miento. Dos dias auia ya que el vergantin ca- | |
minaua, que al cadi se le hizieron dos siglos, | |
porque luego en el primero quisiera poner en | |
efeto su determinacion; mas aconsejaronle sus | |
esclauos que conuenia primero hazer de suerte | 20 |
que Leonisa cayesse mala, para dar color a su | |
muerte, y que esto auia de ser con algunos dias | |
de enfermedad; el no quisiera sino dezir que | |
habia muerto de repente, y acabar presto con | |
todo, y despachar a su muger, y aplacar el fue- | 25 |
go que las entrañas poco a poco le yua con- | |
sumiendo; pero, en efeto, huuo de condecen- | |
der con el parecer de los dos. | |
Ya en esto auia Halima declarado su intento | |
a Mahamut y a Ricardo, y ellos estauan en po- | 30 |
nerlo por obra al passar de las cruzes de Ale- | |
xandria, o al entrar de los castillos de la Na- |
P.60
NOVELAS EXEMPLARES
tolia. Pero fue tanta la priesa que el cadi les | |
daua, que se ofrecieron de hazerlo en la primera | |
comodidad que se les ofreciesse. Y vn dia, al | |
cabo de seys que nauegauan, y que ya le pa- | |
recia al cadi que bastaua el fingimiento de la | 5 |
enfermedad de Leonisa, importunó a sus escla- | |
uos que otro dia concluyessen con Halima y la | |
arrojassen al mar amortajada, diziendo ser la | |
cautiua del gran señor. | |
Amaneciendo, pues, el dia en que, segun la | 10 |
intencion de Mahamut y de Ricardo, auia de | |
ser el cumplimiento de sus desseos, o del fin | |
de sus dias, descubrieron vn baxel que a vela y | |
remo les venia dando caça; temieron fuesse de | |
cosarios christianos, de los quales ni los vnos | 15 |
ni los otros podian esperar buen sucesso, por- | |
que, de serlo, se temia ser los moros cautiuos, y | |
los christianos, aunque quedassen con libertad, | |
quedarian desnudos y robados. Pero Mahamut | |
y Ricardo, con la libertad de Leonisa y de la de | 20 |
entrambos, se contentaran con todo esto que se | |
imaginauan; temian la insolencia de la gente | |
cosaria, pues jamas la que se da a tales exer- | |
cicios, de qualquiera ley o nacion que sea, dexa | |
de tener vn animo cruel y vna condicion inso- | 25 |
lente. Pusieronse en defensa, sin dexar los re- | |
mos de las manos y hazer todo quanto pudies- | |
sen. Pero pocas horas tardaron, que vieron que | |
les yuan entrando de modo que en menos | |
de dos se les pusieron a tiro de cañon; viendo | 30 |
P.61
EL AMANTE LIBERAL
esto amaynaron, soltaron los remos, tomaron | |
las armas y los esperaron, aunque el cadi dixo | |
que no temiessen, porque el baxel era turques- | |
co, y que no les haria daño alguno. | |
Mandó poner luego vna vanderita blanca de | 5 |
paz en el peñol de la popa, porque le viessen | |
los que ya ciegos y codiciosos venian con gran | |
furia a embestir el mal defendido vergantin. | |
Boluio en esto la cabeça Mahamut, y vio que | |
de la parte de poniente venia vna galeota, a su | 10 |
parecer de veynte vancos, y dixoselo al cadi, y | |
algunos christianos que yuan al remo dixeron | |
que el baxel que se descubria era de christia- | |
nos; todo lo qual les dobló la confussion y el | |
miedo, y estauan suspensos, sin saber lo que | 15 |
harian, temiendo y esperando el sucesso que | |
Dios quisiesse darles. | |
Pareceme que diera el cadi en aquel punto, | |
por hallarse en Nicosia, toda la esperança de su | |
gusto, tanta era la confusion en que se hallaua, | 20 |
aunque le quitó presto della el baxel primero, | |
que, sin respecto de las vanderas de paz ni de | |
lo que a su religion deuian, embistieron con el | |
del cadi con tanta furia, que estuuo poco en | |
echarle a fondo. Luego conocio el cadi los que | 25 |
le acometian, y vio que eran soldados de Nico- | |
sia, y adiuinó lo que podia ser, y diose por per- | |
dido y muerto; y si no fuera que los soldados | |
se dieron antes a robar que a matar, ninguno | |
quedara con vida; mas quando ellos andauan | 30 |
mas encendidos y mas atentos en su robo, dio | |
vn turco vozes, diziendo: "Arma, soldados, que |
P.62
NOVELAS EXEMPLARES
vn baxel de christianos nos embiste"; y assi era | |
la verdad, porque el baxel, que descubrio el | |
vergantin del cadi, venia con insignias y van- | |
deras christianescas, el qual llegó con toda fu- | |
ria a embestir el baxel de Hazan; pero, antes | 5 |
que llegasse, preguntó vno desde la proa, en | |
lengua turquesca, que que baxel era aquel. | |
Respondieronle que era de Hazan baxa, vi- | |
rrey de Chipre. | |
"¿Pues cómo", replicó el turco, "siendo vos- | 10 |
otros mosolimanes, embestis y robays a esse | |
baxel, que nosotros sabemos que va en el el | |
cadi de Nicosia?" | |
A lo qual respondieron que ellos no sabian | |
otra cosa mas de que al baxel les auia ordena- | 15 |
do le tomassen, y que ellos, como sus soldados | |
y obedientes, auian hecho su mandamiento. | |
Satisfecho de lo que saber queria el capitan | |
del segundo baxel, que venia a la christianes- | |
ca, dexole embestir al de Hazan, y acudio al | 20 |
del cadi, y a la primera roziada mató mas de | |
diez turcos de los que dentro estauan, y luego | |
le entró con grande animo y presteza; mas ape- | |
nas huuieron puesto los pies dentro, quando el | |
cadi conocio que el que le embestia no era | 25 |
christiano, sino Ali baxa, el enamorado de Leo- | |
nisa, el qual, con el mismo intento que Hazan, | |
auia estado esperando su venida, y, por no ser | |
conocido, auia hecho vestidos a sus soldados | |
como christianos, para que con esta industria | 30 |
fuesse mas cubierto su hurto. | |
El cadi, que conocio las intenciones de los |
P.63
EL AMANTE LIBERAL
amantes y traydores, començo a grandes vozes | |
a dezir su maldad, diziendo: "¿Qué es esto, | |
traydor Ali baxa, cómo, siendo tu mosoliman | |
(que quiere dezir turco), me salteas como chris- | |
tiano? Y vosotros, traydores soldados de Hazan, | 5 |
¿que demonio os ha mouido a (a)cometer | |
tan grande insulto?, ¿cómo, por cumplir el ape- | |
tito lasciuo del que aqui os embia, quereys yr | |
contra vuestro natural señor?" | |
A estas palabras suspendieron todos las ar- | 10 |
mas, y vnos a otros se miraron y se conocieron, | |
porque todos auian sido soldados de vn mismo | |
capitan y militado debaxo de vna vandera, y | |
confundiendose con las razones del cadi, y con | |
su mismo maleficio, ya se les embotaron | 15 |
los filos de los alfanges y se les desmayaron | |
los animos; solo Ali cerro los ojos y los oydos | |
a todo, y, arremetiendo al cadi, le dio vna tal | |
cuchillada en la cabeça, que si no fuera por la | |
defensa que hizieron cien varas de toca, con | 20 |
que venia ceñida, sin duda se la partiera por | |
medio; pero con todo le derribó entre los ban- | |
cos del baxel, y al caer dixo el cadi: "¡O cruel | |
renegado, enemigo de mi profeta!, y ¿es | |
possible que no ha de auer quien castigue tu | 25 |
crueldad y tu grande insolencia?, ¿cómo, mal- | |
dito, has osado poner las manos y las armas | |
en tu cadi y en vn ministro de Mahoma?" |
P.64
NOVELAS EXEMPLARES
Estas palabras añadieron fuerça a fuerça a | |
las primeras, las quales, oydas de los soldados | |
de Hazan, y mouidos de temor que los solda- | |
dos de Ali les auian de quitar la pressa, que ya | |
ellos por suya tenian, determinaron de ponerlo | 5 |
todo en auentura; y començando vno, y siguien- | |
dole todos, dieron en los soldados de Ali con | |
tanta priessa, rancor y brio, que en poco espa- | |
cio los pararon tales que, aunque eran muchos | |
mas que ellos, los reduxeron a numero peque- | 10 |
ño; pero los que quedaron, boluiendo sobre si, | |
vengaron a sus compañeros, no dexando de los | |
de Hazan apenas quatro con vida, y essos | |
muy mal heridos. | |
Estauanlos mirando Ricardo y Mahamut, que | 15 |
de quando en quando sacauan la cabeça por el | |
escutillon de la camara de popa, por ver en | |
que paraua aquella grande herreria que sona- | |
ua, y viendo como los turcos estauan casi todos | |
muertos, y los viuos mal heridos, y quan facil- | 20 |
mente se podia dar cabo de todos, llamó a Ma- | |
hamut y a dos sobrinos de Halima, que ella | |
auia hecho embarcar consigo, para que ayu- | |
dassen a leuantar el baxel, y con ellos y con su | |
padre, tomando alfanges de los muertos, salta- | 25 |
ron en cruxia, y apellidando "libertad, libertad", | |
y ayudados de las buenas voyas, christianos | |
griegos, con facilidad, y sin recebir herida, los | |
degollaron a todos, y passando sobre la galeo- | |
ta de Ali, que sin defensa estaua, la rindie- | 30 |
P.65
EL AMANTE LIBERAL
ron y ganaron, con quanto en ella venia; de los | |
que en el segundo encuentro murieron, fue de | |
los primeros Ali baxa, que vn turco, en vengan- | |
ça del cadi, le mató a cuchilladas. | |
Dieronse luego todos, por consejo de Ricar- | 5 |
do, a passar quantas cosas auia de precio en su | |
baxel y en el de Hazan a la galeota de Ali, que | |
era baxel mayor y acomodado para qualquier | |
cargo o viage y ser los remeros christianos, los | |
quales, contentos con la alcançada libertad y | 10 |
con muchas cosas que Ricardo repartio entre | |
todos, se ofrecieron de lleuarle hasta Trapana, | |
y aun hasta el cabo del mundo, si quisiesse. | |
Y con esto, Mahamut y Ricardo, llenos de gozo | |
por el buen sucesso, se fueron a la mora Hali- | 15 |
ma y le dixeron que, si queria boluerse a Chi- | |
pre, que con las buenas voyas le armarian su | |
mismo baxel y le darian la mitad de las rique- | |
zas que auia embarcado; mas ella, que en tanta | |
calamidad aun no auia perdido el cariño y | 20 |
amor que a Ricardo tenia, dixo que queria yrse | |
con ellos a tierra de christianos, de lo qual sus | |
padres se holgaron en estremo. | |
El cadi boluio en su acuerdo, y le curaron | |
como la ocasion les dio lugar, a quien tambien | 25 |
dixeron que escogiesse vna de dos: o que se | |
dexasse lleuar a tierra de christianos, o boluer- | |
se en su mismo baxel a Nicosia. | |
El respondio que, ya que la fortuna le auia | |
traydo a tales terminos, les agradecia la libertad | 30 |
que le dauan, y que queria yr a Constantinopla | |
a quexarse al gran señor del agrauio que de |
P.66
NOVELAS EXEMPLARES
Hazan y de Ah auia recebido. Mas quando supo | |
que Halima le dexaua y se queria boluer chris- | |
tiana, estuuo en poco de perder el juyzio. En | |
resolucion, le armaron su mismo baxel y le | |
proueyeron de todas las cosas necessarias para | 5 |
su viage, y aun le dieron algunos zequies de | |
los que auian sido suyos, y despidiendose de | |
todos, con determinacion de boluerse a Nicosia, | |
pidio, antes que se hiziesse a la vela, que Leo- | |
nisa le abraçasse, que aquella merced y fauor | 10 |
seria bastante para poner en oluido toda su | |
desuentura. | |
Todos suplicaron a Leonisa diesse aquel fa- | |
uor, a quien tanto la queria, pues en ello no | |
yria contra el decoro de su honestidad. Hizo | 15 |
Leonisa lo que le rogaron, y el cadi le pidio le | |
pusiesse las manos sobre la cabeça, por que el | |
lleuasse esperanças de sanar de su herida; en | |
todo le contentó Leonisa. Hecho esto, y auien- | |
do dado vn barreno al baxel de Hazan, fauo- | 20 |
reciendoles vn leuante fresco, que parecia que | |
llamaua las velas para entregarse en ellas, se | |
las dieron, y en breues horas perdieron de vis- | |
ta al baxel del cadi, el qual, con lagrimas en | |
los ojos, estaua mirando como se lleuauan los | 25 |
vientos su hazienda, su gusto, su muger y su | |
alma. | |
Con diferentes pensamientos de los del cadi | |
nauegauan Ricardo y Mahamut, y assi, sin que- | |
rer tocar en tierra en ninguna parte, passaron | 30 |
P.67
EL AMANTE LIBERAL
a la vista de Alexandria de golfo lançado, y, | |
sin amaynar velas, y sin tener necessidad de | |
aprouecharse de los remos, llegaron a la fuerte | |
isla del Corfu, donde hizieron agua, y luego, sin | |
detenerse, passaron por los infamados riscos | 5 |
Acroceraunos, y desde lexos al segundo dia | |
descubrieron a Paquino, promontorio de la fer- | |
tilissima Tinacria, a vista de la qual y de la | |
insigne isla de Malta bolaron, que no con me- | |
nos ligereza nauegaua el dichoso leño. | 10 |
En resolucion, baxando la isla, de alli a qua- | |
tro dias descubrieron la Lampadosa, y luego | |
la isla donde se perdieron, con cuya vista se | |
estremecio toda [Leonisa], viniendole a la me- | |
moria el peligro en que en ella se auia visto. | 15 |
Otro dia vieron delante de si la desseada y | |
amada patria; renouose la alegria en sus cora- | |
çones; alborotaronse sus espiritus con el nueuo | |
contento, que es vno de los mayores que en | |
esta vida se puede tener, llegar, despues de | 20 |
luengo cautiuerio, saluo y sano a la patria. | |
Y al que a este se le puede ygualar, es el | |
que se recibe de la vitoria alcançada de los | |
enemigos. | |
Hauiase hallado en la galeota vna caxa llena | 25 |
de vanderetas y flamulas de diuersas colores de | |
sedas, con las quales hizo Ricardo adornar la | |
galeota. Poco despues de amanecer seria, quan- | |
do se hallaron a menos de vna legua de la ciu- | |
dad, y vogando a quarteles y alçando de quan- | 30 |
P.68
NOVELAS EXEMPLARES
do en quando alegres vozes y gritos, se yuan | |
llegando al puerto, en el qual, en vn instante, | |
parecio infinita gente del pueblo, que auiendo | |
visto como aquel bien adornado baxel tan de | |
espacio se llegaua a tierra, no quedó gente en | 5 |
toda la ciudad que dexasse de salir a la marina. | |
En este entretanto, auia Ricardo pedido y su- | |
plicado a Leonisa que se adornasse y vistiesse | |
de la misma manera que quando entró en la | |
tienda de los baxaes; porque queria hazer vna | 10 |
graciosa burla a sus padres. Hizolo assi, y aña- | |
diendo galas a galas, perlas a perlas, y belleza | |
a belleza, que suele acrecentarse con el con- | |
tento, se vistio de modo, que de nueuo causó | |
admiracion y marauilla. Vistiose assimismo | 15 |
Ricardo a la turquesca, y lo mismo hizo Ma- | |
hamut, y todos los christianos del remo, que | |
para todos huuo en los vestidos de los turcos | |
muertos; quando llegaron al puerto, serian las | |
ocho de la mañana, que tan serena y clara se | 20 |
mostraua, que parecia que estaua atenta, mi- | |
rando aquella alegre entrada. Antes de entrar | |
en el puerto, hizo Ricardo disparar las pieças | |
de la galeota, que eran vn cañon de cruxia y | |
dos falconetes; respondio la ciudad con otras | 25 |
tantas. | |
Estaua toda la gente confusa, esperando lle- | |
gasse el vizarro baxel. Pero quando vieron | |
de cerca que era turquesco, porque se diuisauan | |
los blancos turbantes de los que moros pare- | 30 |
P.69
EL AMANTE LIBERAL
cian, temerosos y con sospecha de algun en- | |
gaño, tomaron las armas y acudieron al puerto | |
todos los que en la ciudad son de milicia, y la | |
gente de a cauallo se tendio por toda la mari- | |
na, de todo lo qual recibieron gran contento | 5 |
los que poco a poco se fueron llegando, hasta | |
entrar en el puerto, dando fondo junto a tierra; | |
y arrojando en ella la plancha, soltando a vna | |
los remos, todos, vno a vno, como en procession, | |
salieron a tierra, la qual con lagrimas de alegria | 10 |
besaron vna y muchas vezes, señal clara que | |
dio a entender ser christianos, que con aquel | |
baxel se auian alçado. A la postre de todos sa- | |
heron el padre y madre de Halima, y sus dos | |
sobrinos, todos, como esta dicho, vestidos a | 15 |
la turquesca; hizo fin y remate la hermosa Leo- | |
nisa, cubierto el rostro con vn tafetan carmesi. | |
Traianla en medio Ricardo y Mahamut, cuyo | |
espectaculo lleuó tras si los ojos de toda aque- | |
lla infinita multitud que los miraua. | 20 |
En llegando a tierra, hizieron como los demas, | |
besandola postrados por el suelo. En esto llegó | |
a ellos el capitan y gouernador de la ciudad, | |
que bien conocio que eran los principales de | |
todos; mas apenas huuo llegado, quando cono- | 25 |
cio a Ricardo, y corrio con los braços abiertos, | |
y con señales de grandissimo contento, a abra- | |
çarle. Llegaron con el gouernador Cornelio y | |
su padre, y los de Leonisa, con todos sus pa- | |
rientes, y los de Ricardo, que todos eran los mas | 30 |
P.70
NOVELAS EXEMPLARES
principales de la ciudad. Abraçó Ricardo al | |
gouernador, y respondio a todos los parabienes | |
que le dauan. | |
Trauó de la mano a Cornelio, el qual, como | |
le conocio y se vio assido del, perdio la color | 5 |
del rostro, y casi començo a temblar de miedo, | |
y, teniendo assimismo de la mano a Leonisa, | |
dixo: "Por cortesia os ruego, señores, que antes | |
que entremos en la ciudad y en el templo a dar | |
las deuidas gracias a nuestro Señor de las | 10 |
grandes mercedes que en nuestra desgracia | |
nos ha hecho, me escucheys ciertas razones | |
que deziros quiero." | |
A lo qual el gouernador respondio que di- | |
xesse lo que quisiesse, que todos le escucharian | 15 |
con gusto y con silencio. | |
Rodearonle luego todos los mas de los prin- | |
cipales, y el, alçando vn poco la voz, dixo desta | |
manera: "Bien se os deue acordar, señores, de | |
la desgracia que algunos meses ha en el jardin | 20 |
de las salinas me sucedio, con la perdida de | |
Leonisa. Tambien no se os aura caydo de la | |
memoria la diligencia que yo puse en procurar | |
su libertad, pues, oluidandome del mio, ofreci | |
por su rescate toda mi hazienda, aunque esta, | 25 |
que al parecer fue liberalidad, no puede ni deue | |
redundar en mi alabança, pues la daua por el | |
rescate de mi alma. Lo que despues aca a los | |
dos ha sucedido, requiere para mas tiempo otra | |
sazon y coyuntura, y otra lengua no tan turbada | 30 |
como la mia; baste deziros por aora, que |
P.71
EL AMANTE LIBERAL
despues de varios y estraños acaescimientos, y | |
despues de mil perdidas esperanças de alcançar | |
remedio de nuestras desdichas, el piadoso cielo, | |
sin ningun merecimiento nuestro, nos ha buelto | |
a la desseada patria, quanto llenos de contento, | 5 |
colmados de riquezas; y no nace dellas, ni de la | |
libertad alcançada, el sin ygual gusto que tengo, | |
sino del que ymagino que tiene esta en paz y | |
en guerra dulce enemiga mia, assi por verse | |
libre, como por ver, como vee, el retrato de su | 10 |
alma; todavia me alegro de la general alegria | |
que tienen los que me han sido compañeros en | |
la miseria. Y aunque las desuenturas y tristes | |
acontecimientos suelen mudar las condiciones | |
y aniquilar los animos valerosos, no ha sido | 15 |
assi con el verdugo de mis buenas esperanças, | |
porque con mas valor y entereza que buena- | |
mente dezirse puede, ha passado el naufragio de | |
sus desdichas, y los encuentros de mis ardien- | |
tes quanto honestas importunaciones, en lo | 20 |
qual se verifica que mudan el cielo, y no las | |
costumbres, los que en ellas tal vez hizieron | |
assiento. De todo esto que he dicho, quiero infe- | |
rir que yo le ofreci mi hazienda en rescate, y le | |
di mi alma en mis desseos; di traza en su liber- | 25 |
tad, y auenturé por ella, mas que por la mia, la | |
vida, y de todos estos, que en otro sujeto mas | |
agradecido pudieran ser cargos de algun mo- | |
mento, no quiero yo que lo sean; solo quiero | |
lo sea este en que te pongo aora." | 30 |
Y diziendo esto, alçó la mano, y con honesto | |
comedimiento quitó el antifaz del rostro de Leo- |
P.72
NOVELAS EXEMPLARES
nisa, que fue como quitarse la nube que tal vez | |
cubre la hermosa claridad del sol, y prosiguio | |
diziendo: "Vees aqui, ¡o Cornelio!, te entrego | |
la prenda que tu deues de estimar sobre todas | |
las cosas que son dignas de estimarse; y vees | 5 |
aqui, tu, ¡hermosa Leonisa!, te doy al que tu | |
siempre has tenido en la memoria; esta si | |
quiero que se tenga por liberalidad, en cuya | |
comparacion dar la hazienda, la vida y la honra | |
no es nada. Recibela, ¡o venturoso mancebo!, | 10 |
recibela, y si llega tu conocimiento a tanto, que | |
llegue a conocer valor tan grande, estimate por | |
el mas venturoso de la tierra. Con ella te dare | |
assimismo todo quanto me tocare de parte en | |
lo que a todos el cielo nos ha dado, que bien | 15 |
creo que passara de treynta mil escudos. De | |
todo puedes gozar a tu sabor con libertad, quie- | |
tud y descanso; y plega al cielo, que sea por | |
luengos y felizes años. Yo sin ventura, pues | |
quedo sin Leonisa, gusto de quedar pobre, que | 20 |
a quien Leonisa le falta, la vida le sobra." | |
Y en diziendo esto, calló, como si al paladar | |
se le huuiera pegado la lengua, pero desde alli | |
a vn poco, antes que ninguno hablasse, dixo: | |
"¡Valame Dios, y como los apretados trabajos | 25 |
turban los entendimientos! Yo, señores, con el | |
desseo que tengo de hazer bien, no he mirado | |
lo que he dicho, porque no es possible que | |
nadie pueda mostrarse liberal de lo ageno. | |
¿Que jurisdicion tengo yo en Leonisa, para | 30 |
darla a otro? o ¿como puedo ofrecer lo que está | |
tan lexos de ser mio? Leonisa es suya, y tan |
P.73
EL AMANTE LIBERAL
suya, que a faltarle sus padres, que felizes años | |
viuan, ningun oposito tuuiera a su voluntad, y si | |
se pudieran poner las obligaciones, que, como | |
discreta, deue de pensar que me tiene, desde | |
aqui las borro, las cancelo y doy por ningunas, | 5 |
y assi de lo dicho me desdigo, y no doy a Cor- | |
nelio nada, pues no puedo; solo confirmo la | |
manda de mi hazienda hecha a Leonisa, sin | |
querer otra recompensa, sino que tenga por | |
verdaderos mis honestos pensamientos, y que | 10 |
crea dellos que nunca se encaminaron ni mira- | |
ron a otro punto que el que pide su incompa- | |
rable honestidad, su grande valor e infinita | |
hermosura." | |
Callo Ricardo en diziendo esto, a lo qual Leo- | 15 |
nisa respondio en esta manera: "Si algun fauor, | |
¡o Ricardo!, imaginas que yo hize a Cornelio, | |
en el tiempo que tu andauas de mi enamorado | |
y zeloso, imagina que fue tan honesto, como | |
guiado por la voluntad y orden de mis padres, | 20 |
que, atentos a que le mouiessen a ser mi espo- | |
so, permitian que se los diesse. Si quedas desto | |
satisfecho, bien lo estaras de lo que de mi te ha | |
mostrado la experiencia cerca de mi honestidad | |
y recato. Esto digo, por darte a entender, Ricar- | 25 |
do, que siempre fuy mia, sin estar sujeta a otro | |
que a mis padres, a quien aora humildemente, | |
como es razon, suplico me den licencia y liber- | |
tad para disponer [de] la que tu mucha valentia | |
y liberalidad me ha dado." Sus padres dixeron | 30 |
P.74
NOVELAS EXEMPLARES
que se la dauan, porque fiauan de su discre- | |
cion que vsaria della de modo que siempre re- | |
dundasse en su honra y en su prouecho. "Pues | |
con essa licencia", prosiguio la discreta Leonisa, | |
"quiero que no se me haga de mal mostrarme | 5 |
desembuelta, a trueque de no mostrarme des- | |
agradezida; y assi, ¡o valiente Ricardo!, mi vo- | |
luntad, hasta aqui recatada, perplexa y dudosa, | |
se declara en fauor tuyo; por que sepan los | |
hombres que no todas las mugeres son ingratas, | 10 |
mostrandome yo siquiera agradecida; tuya soy, | |
Ricardo, y tuya sere hasta la muerte, si ya | |
otro mejor conocimiento no te mueue a negar | |
la mano que de mi esposo te pido." | |
Quedó como fuera de si a estas razones Ri- | 15 |
cardo, y no supo ni pudo responder con otras | |
a Leonisa, que con hincarse de rodillas ante ella | |
y besarle las manos, que le tomó por fuerça | |
muchas vezes, bañandoselas en tiernas y amo- | |
rosas lagrimas. Derramolas Cornelio de pesar, | 20 |
y de alegria los padres de Leonisa, y de admi- | |
racion y de contento todos los circunstantes. | |
Hallose presente el obispo o arçobispo de la | |
ciudad, y con su bendicion y licencia los lleuó | |
al templo y, dispensando en el tiempo, los des- | 25 |
posó en el mismo punto. Derramose la alegria | |
por toda la ciudad, de la qual dieron muestra | |
aquella noche infinitas luminarias, y otros mu- | |
chos dias la dieron muchos juegos y regozijos, | |
que hizieron los parientes de Ricardo y de Leo- | 30 |
P.75
EL AMANTE LIBERAL
nisa. Reconciliaronse con la Yglesia Mahamut | |
y Halima, la qual, impossibilitada de cumplir el | |
desseo de verse esposa de Ricardo, se contentó | |
con serlo de Mahamut. A sus padres y a los so- | |
brinos de Halima dio la liberalidad de Ricardo, | 5 |
de las partes que le cupieron del despojo, sufi- | |
cientemente con que viuiessen. Todos, en fin, | |
quedaron contentos, libres y satisfechos; y la | |
fama de Ricardo, saliendo de los terminos de | |
Sicilia, se estendio por todos los de Italia y de | 10 |
otras muchas partes, debaxo del nombre del | |
liberal y aun hasta oy dura en los mu- | |
chos hijos que tuuo en Leonisa, que fue exem- | |
plo raro de discrecion, honestidad, recato, y her- | |
mosura. | 15 |