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OBRAS COMPLETAS de Miguel de Cervantes. Ediciones publicadas por Rudolph Schevill y Adolfo Bonilla. Madrid: Gráficas Reunidas, 1914-1944 |
NOVELAS EJEMPLARES/Tomo III/El casamiento engañoso |
N O V E L A del Casamiento engañoso.
Salia del hospital de la Resurreccion, | |
que esta en Valladolid, fuera de la puerta del | |
Campo, vn soldado, que, por seruirle su | |
espada de baculo, y por la flaqueza de sus pier- | |
nas y amarillez de su rostro, mostraua bien | 5 |
claro que, aunque no era el tiempo muy calu- | |
roso, deuia de auer sudado en veynte dias todo | |
el humor que quiza grangeó en vna hora. | |
Yua haziendo pinitos y dando traspies, como | |
conualeciente; y, al entrar por la puerta de la | 10 |
ciudad, vio que hazia el venia vn su amigo, a | |
quien no auia visto en mas de seys meses, el | |
qual, santiguandose, como si viera alguna mala | |
vision, llegandose a el le dixo: | |
"¿Que es esto, señor alferez Campuçano? | 15 |
¿Es possible que esta vuessa merced en esta | |
tierra? Como quien soy, que le hazia en Flan- | |
des, antes terciando alla la pica, que arrastran- | |
do aqui la espada. ¿Que color, que flaqueza es | |
essa?" | 20 |
A lo qual respondio Campuçano: | |
"A lo si estoy en esta tierra, o no, señor li- | |
P.2l32 NOVELAS EXEMPLARES
cenciado Peralta, el verme en ella, le responde; | |
a las demas preguntas no tengo que dezir, sino | |
que salgo de aquel hospital, de sudar catorze | |
cargas de bubas que me echó acuestas vna | |
muger, que escogi por mia, que non deuiera." | 5 |
"¿Luego casose vuessa merced?", replicó Pe- | |
ralta. | |
"Si señor", respondio Campuçano. | |
"Seria por amores", dixo Peralta, "y tales | |
casamientos traen consigo aparejada la execu- | 10 |
cion del arrepentimiento." | |
"No sabre dezir si fue por amores", respon- | |
dio el alferez, "aunque sabre afirmar que fue | |
por dolores, pues de mi casamiento, o cansa- | |
miento, saqué tantos en el cuerpo y en el alma, | 15 |
que los del cuerpo, para entretenerlos, me cues- | |
tan quarenta sudores, y los del alma no hallo | |
remedio para aliuiarlos siquiera. Pero porque | |
no estoy para tener largas platicas en la calle, | |
V. m. me perdone, que otro dia, con mas como- | 20 |
didad, le dare cuenta de mis sucessos, que son | |
los mas nueuos y peregrinos que v. m. aura | |
oydo en todos los dias de su vida. | |
"No ha de ser assi", dixo el licenciado, "sino | |
que quiero que venga conmigo a mi posada, | 25 |
y alli haremos penitencia juntos, que la olla es | |
muy de enfermo; y aunque esta tassada para | |
dos, vn pastel suplira con mi criado; y si la | |
conualecencia lo sufre, vnas lonjas de jamon | |
de Rute nos haran la salua, y sobre todo la | 30 |
buena voluntad con que lo ofrezco, no solo | |
esta vez, sino todas las que v. m. quisiere." | |
P.3EL CASAMIENTO ENGAÑOSO l33
Agradecioselo Campuçano, y aceptó el com- | |
bite y los ofrecimientos. Fueron a S. Lloren- | |
te, oyeron missa, lleuole Peralta a su casa, | |
diole lo prometido, y ofrecioselo de nueuo, | |
y pidiole, en acabando de comer, le contasse | 5 |
los sucessos que tanto le auia encarecido. | |
No se hizo de rogar Campuçano, antes co- | |
menço a dezir desta manera: | |
"Bien se acordará v. m., señor licenciado Pe- | |
ralta, como yo hazia en esta ciudad camarada | 10 |
con el capitan Pedro de Herrera, que aora esta | |
en Flandes." | |
"Bien me acuerdo", respondio Peralta. | |
"Pues vn dia", prosiguio Campuçano, "que | |
acabauamos de comer en aquella posada de la | 15 |
Solana donde viuiamos, entraron dos muge- | |
res de gentil parecer, con dos criadas: la vna se | |
puso a hablar con el capitan en pie, arrimados | |
a vna ventana, y la otra se sento en vna silla | |
junto a mi, derribado el manto hasta la barba, | 20 |
sin dexar ver el rostro mas de aquello que con- | |
cedia la raridad del manto; y aunque le supli- | |
qué que por cortesia me hiziesse merced de | |
descubrirse, no fue possible acabarlo con ella, | |
cosa que me encendió mas el desseo de verla. | 25 |
Y para acrecentarle mas, o ya fuesse de indus- | |
tria, [o] acaso, sacó la señora vna muy blanca | |
mano, con muy buenas sortijas. Estaua yo en- | |
tonces bizarrissimo, con aquella gran cadena | |
P.4l34 NOVELAS EXEMPLARES
que v. m. deuio de conocerme, el sombrero con | |
plumas y cintillo, el vestido de colores, a fuer | |
de soldado, y tan gallardo a los ojos de mi lo- | |
cura, que me daua a entender que las podia | |
matar en el ayre. | 5 |
"Con todo esto le rogue que se descubriesse, | |
a lo que ella me respondio: «No seays impor- | |
tuno; casa tengo; hazed a vn page que me siga, | |
que aunque yo soy mas honrada de lo que pro- | |
mete esta respuesta, todavia, a trueco de ver | 10 |
si responde vuestra discrecion a vuestra gallar- | |
dia, holgaré de que me veays.» | |
"Besele las manos por la grande merced | |
que me hazia, en pago de la qual le prometi | |
montes de oro. | 15 |
"Acabó el capitan su platica. Ellas se fueron; | |
siguiolas vn criado mio. Dixome el capitan que | |
lo que la dama le queria, era que le lleuasse | |
vnas cartas a Flandes a otro capitan, que dezia | |
ser su primo, aunque el sabia que no era sino | 20 |
su galan. | |
"Yo quedé abrasado con las manos de nieue | |
que auia visto, y muerto por el rostro que | |
desseaua ver, y assi, otro dia, guiandome mi | |
criedo, dioseme libre entrada. Hallé vna casa | 25 |
muy bien adereçada, y vna muger de hasta | |
treynta años, a quien conoci por las manos. | |
No era hermosa en estremo; pero eralo de | |
suerte, que podia enamorar comunicada, por- | |
que tenia vn tono de habla tan suaue, que se | 30 |
P.5EL CASAMIENTO ENGAÑOSO l35
entraua por los oydos en el alma. Passé con | |
ella luengos y amorosos coloquios; blasoné, | |
hendi, ragé, ofreci, prometi, y hize todas las | |
demonstraciones que me parecio ser necessa- | |
rias para hazerme bienquisto con ella. Pero | 5 |
como ella estaua hecha a oyr semejantes o | |
mayores ofrecimientos y razones, parecia que | |
les daua atento oydo, antes que credito alguno. | |
Finalmente, nuestra platica se passó en flores | |
quatro dias, que continué en visitalla, sin | 10 |
que llegasse a coger el fruto que desseaua; en | |
el tiempo que la visité, siempre hallé la casa | |
desembaraçada, sin que viesse visiones en ella | |
de parientes fingidos, ni de amigos verdaderos; | |
seruiala vna moça, mas taymada que simple. | 15 |
"Finalmente, tratando mis amores como sol- | |
dado que esta en vispera de mudar, apuré a mi | |
señora doña Estefania de Cayzedo--que este | |
es el nombre de la que assi me tiene--y res- | |
pondiome: «Señor alferez Campuçano, simplici- | 20 |
»dad seria si yo quisiesse venderme a v. m. | |
»por santa; pecadora he sido, y aun aora lo soy; | |
»pero no de manera que los vezinos me mur- | |
»muren, ni los apartados me noten, ni de mis | |
»padres, ni de otro pariente heredé hazienda | 25 |
»alguna; y con todo esto vale el menage de | |
»mi casa, bien validos, dos mil y quinientos | |
»escudos, y estos en cosas que, puestas en | |
»almoneda, lo que se tardare en ponellas | |
P.6l36 NOVELAS EXEMPLARES
»se tardará en conuertirse en dineros. Con esta | |
» hazienda busco marido a quien entregarme, | |
»y a quien tener obediencia: a quien, junta- | |
»mente con la enmienda de mi vida, le entre- | |
»garé vna increyble solicitud de regalarle y | 5 |
»seruirle, porque no tiene principe cozinero | |
»mas goloso, ni que mejor sepa dar el punto | |
»a los guisados, que le se dar yo, quando, | |
»mostrando ser casera, me quiero poner a ello. | |
»Se ser mayordomo en casa, moça en la cozi- | 10 |
»na, y señora en la sala; en efeto, se man- | |
»dar, y se hazer que me obedezcan. No des- | |
»perdicio nada, y allego mucho; mi real no | |
»vale menos, sino mucho mas, quando se | |
»gasta por mi orden. La ropa blanca que ten- | 15 |
»go, que es mucha y muy buena, no se sacó | |
»de tiendas, ni lenceros; estos pulgares y los | |
»de mis criadas la hilaron; y si pudiera texer- | |
»se, en casa se texiera. Digo estas alabanças | |
»mias, porque no acarrean vituperio, quando | 20 |
»es forçosa la necessidad de dezirlas. Final- | |
»mente, quiero dezir que yo busco marido que | |
»me ampare, me mande y me honre, y no | |
»galan que me sirua y me vitupere. Si vuessa | |
»merced gustare de aceptar la prenda que se | 25 |
»le ofrece, aqui estoy moliente y corriente, su- | |
»jeta a todo aquello que vuessa merced orde- | |
»nare, sin andar en venta, que es lo mismo | |
»andar en lenguas de casamenteros, y no ay | |
»ninguno tan bueno para concertar el todo, | 30 |
»como las mismas partes.» | |
P.7EL CASAMIENTO ENGAÑOSO l37
"Yo, que tenia entonces el juyzio, no en la | |
cabeça, sino en los carcañares, haziendoseme | |
el deleyte en aquel punto mayor de lo que en | |
la imaginacion le pintaua, y ofreciendoseme | |
tan a la vista la cantidad de hazienda, que ya | 5 |
la contemplaua en dineros conuertida, sin hazer | |
otros discursos de aquellos a que daua lugar | |
el gusto, que me tenia echados grillos al en- | |
tendimiento, le dixe que yo era el venturoso y | |
bien afortunado en auerme dado el cielo, casi | 10 |
por milagro, tal compañera para hazerla seño- | |
ra de mi voluntad y de mi hazienda, que no | |
era tan poca, que no valiesse, con aquella ca- | |
dena que traia al cuello, y con otras joyuelas | |
que tenia en casa, y con deshazerme de algu- | 15 |
nas galas de soldado, mas de dos mil ducados, | |
que juntos con los dos mil y quinientos suyos, | |
era suficiente cantidad para retirarnos a viuir | |
a vna aldea, de donde yo era natural, y a | |
donde tenia algunas rayzes, hazienda tal, que | 20 |
sobrelleuada con el dinero, vendiendo los fru- | |
tos a su tiempo, nos podia dar vna vida alegre | |
y descansada. | |
"En resolucion, aquella vez se concerto nues- | |
tro desposorio, y se dio traza como los dos | 25 |
hiziessemos informacion de solteros; y en los | |
tres dias de fiesta, que vinieron luego juntos | |
en vna Pasqua, se hizieron las amonestaciones, | |
y al quarto dia nos desposamos, hallandose | |
presentes al desposorio dos amigos mios, y vn | 30 |
mancebo que ella dixo ser primo suyo, a quien | |
P.8l38 NOVELAS EXEMPLARES
yo me ofreci por pariente con palabras de mu- | |
cho comedimiento, como lo auian sido todas las | |
que hasta entonces a mi nueua esposa auia | |
dado, con intencion tan torzida y traydora, | |
que la quiero callar, porque aunque estoy di- | 5 |
ziendo verdades, no son verdades de confes- | |
sion, que no pueden dexar de dezirse. | |
"Mudó mi criado el baul de la posada a casa | |
de mi muger; encerre en el, delante della, mi | |
magnifica cadena; mostrele otras tres o quatro, | 10 |
si no tan grandes, de mejor hechura, con otros | |
tres o quatro cintillos de diuersas suertes; hizele | |
patentes mis galas y mis plumas, y entreguele | |
para el gasto de casa hasta quatrocientos reales, | |
que tenia. Seys dias gozé del pan de la boda, es- | 15 |
paciandome en casa, como el yerno ruyn en la | |
del suegro rico. Pisé ricas alhombras, ahagé sa- | |
banas de olanda, alumbra[ua]me con cande- | |
leros de plata: almorçaua en la cama, leuanta- | |
uame a las onze, comia a las doze, y a las dos | 20 |
sesteaua en el estrado; baylauanme doña Es- | |
tefania y la moça el agua delante. Mi moço, que | |
hasta alli le auia conocido pereçoso y lerdo, se | |
auia buelto vn corço. El rato que doña Estefania | |
faltaua de mi lado, la auian de hallar en la coci- | 25 |
na toda solicita en ordenar guisados que me | |
despertassen el gusto y me auiuassen el ape- | |
tito. Mis camisas, cuellos, y pañuelos eran vn | |
nueuo Aranjuez de flores, segun olian, bañados | |
P.9EL CASAMIENTO ENGAÑOSO l39
en la agua de angeles y de azahar, que sobre | |
ellos se derramaua. Passaronse estos dias bolan- | |
do, como se passan los años que estan debaxo | |
de la jurisdicion del tiempo, en los quales dias, | |
por verme tan regalado y tan bien seruido, yua | 5 |
mudando en buena la mala intencion con que | |
aquel negocio auia començado. Al cabo de los | |
quales, vna mañana, que aun estaua con doña | |
Estefania en la cama, llamaron con grandes | |
golpes a la puerta de la calle. | 10 |
"Assomose la moça a la ventana, y, qui- | |
tandose al momento, dixo: "¡O que sea ella | |
la bien venida! ¿Han visto, y como ha venido | |
mas presto de lo que escriuio el otro dia?" | |
"¿Quien es la que ha venido, moça?" le pre- | 15 |
gunté. | |
"¿Quien?" respondio ella; "es mi señora | |
doña Clementa Bueso, y viene con ella el señor | |
don Lope Melendez de Almendarez, con | |
otros dos criados, y Hortigosa, la dueña que | 20 |
lleuó consigo." | |
"Corre moça, bien aya yo, y abrelos", dixo | |
a este punto doña Estefania, "y vos, señor, | |
por mi amor, que no os alboroteys, ni res- | |
pondays por mi a ninguna cosa que contra mi | 25 |
oyeredes." | |
"¿Pues quien ha de deziros cosa que os | |
ofenda, y mas estando yo delante? dezidme; | |
¿que gente es esta, que me parece que os ha | |
alborotado su venida?" | 30 |
"No tengo lugar de responderos" dixo doña | |
Estefania, "solo sabed que todo lo que aqui | |
P.10l40 NOVELAS EXEMPLARES
passare es fingido, y que tira a cierto designio | |
y efeto, que despues sabreys." | |
"Y aunque quisiera replicarle a esto, no me | |
dio lugar la señora D. Clementa Bueso, que se | |
entró en la sala vestida de raso verde prensa- | 5 |
do, con muchos passamanos de oro, capotillo | |
de lo mismo, y con la misma guarnicion; som- | |
brero con plumas verdes, blancas, y encarna- | |
das, y con rico cintillo de oro, y con vn delga- | |
do velo cubierta la mitad del rostro. Entró con | 10 |
ella el señor don Lope Melendez de Almenda- | |
rez, no menos bizarro que ricamente vestido | |
de camino. | |
"La dueña Hortigosa fue la primera que | |
habló, diziendo: "¡Iesus!, ¿que es esto? ¿ocu- | 15 |
pado el lecho de mi señora doña Clementa, | |
y mas con ocupacion de hombre? ¡Milagros | |
veo oy en esta casa; a fe que se ha ydo bien | |
del pie a la mano la señora doña Estefania, | |
fiada en la amistad de mi señora!" | 20 |
"Yo te lo prometo, Hortigosa", replicó doña | |
Clementa; "pero yo me tengo la culpa, que | |
jamas escarmiente yo en tomar amigas que | |
no lo saben ser, si no es quando les viene a | |
cuento." | 25 |
"A todo lo qual respondio doña Estefania: | |
«No reciba vuessa merced pesadumbre, mi | |
»señora doña Clementa Bueso, y entienda que | |
»no sin misterio vee lo que vee en esta su | |
»casa, que quando lo sepa, yo se que quedaré | 30 |
P.11EL CASAMIENTO ENGAÑOSO l4l
»desculpada, y vuessa merced sin nin- | |
»guna quexa.» | |
"En esto ya me auia puesto yo en calças y | |
en jubon, y tomandome doña Estefania por la | |
mano, me lleuó a otro aposento, y alli me | 5 |
dixo que aquella su amiga queria hazer vna | |
burla a aquel don Lope, que venia con ella, con | |
quien pretendia casarse, y que la burla era darle | |
a entender que aquella casa, y quanto estaua | |
en ella, era todo suyo, de lo qual pensaua hazer- | 10 |
le carta de dote, y que, hecho el casamiento, | |
se le daua poco que se descubriesse el engaño, | |
fiada en el grande amor que el don Lope la | |
tenia, y luego se me boluera lo que es mio, y no | |
se le tendra a mal a ella, ni a otra muger algu- | 15 |
na, de que procure buscar marido honrado, aun- | |
que sea por medio de qualquier embuste. Yo le | |
respondi que era grande estremo de amistad | |
el que queria hazer, y que primero se mirasse | |
bien en ello, porque despues podria ser tener | 20 |
necessidad de valerse de la justicia para cobrar | |
su hazienda. Pero ella me respondio con tantas | |
razones, representando tantas obligaciones que | |
la obligauan a seruir a doña Clementa, aun en | |
cosas de mas importancia, que mal de mi gra- | 25 |
do, y con remordimiento de mi juyzio, huue de | |
condecender con el gusto de doña Estefania, | |
assegurandome ella que solos ocho dias podia | |
durar el embuste, los quales estariamos en casa | |
P.12l42 NOVELAS EXEMPLARES
de otra amiga suya. Acabamonos de vestir ella | |
y yo, y luego, entrandose a despedir de la seño- | |
ra doña Clementa Bueso, y del señor don Lope | |
Melendez de Almendarez, hizo a mi criado que | |
se cargasse el baul y que la siguiesse, a quien | 5 |
yo tambien segui, sin despedirme de nadie. | |
"Paró doña Estefania en casa de vna ami- | |
ga suya, y antes que entrassemos dentro es- | |
tuuo vn buen espacio hablando con ella, al | |
cabo del qual salio vna moça, y dixo que en- | 10 |
trassemos yo y mi criado. Lleuonos a vn apo- | |
sento estrecho, en el qual auia dos camas tan | |
juntas, que parecian vna, a causa que no auia | |
espacio que las diuidiesse, y las sabanas de | |
entrambas se besauan. En efeto, alli estuuimos | 15 |
seys dias, y en todos ellos no se passó hora | |
que no tuuiessemos pendencia, diziendole la | |
necedad que auia hecho en auer dexado su | |
casa y su hazienda, aunque fuera a su misma | |
madre. En esto yua yo y venia por momentos, | 20 |
tanto, que la huespeda de casa, vn dia que | |
doña Estefania dixo que yua a ver en que ter- | |
mino estaua su negocio, quiso saber de mi que | |
era la causa que me mouia a reñir tanto con | |
ella, y que cosa auia hecho que tanto se la | 25 |
afeaua, diziendole que auia sido necedad no- | |
toria mas que amistad perfeta. | |
"Contele todo el cuento, y quando llegué a | |
dezir que me auia casado con doña Estefania, | |
y la dote que truxo, y la simplicidad que auia | 30 |
hecho en dexar su casa y hazienda a doña | |
Clementa, aunque fuesse con tan sana inten- | |
P.13EL CASAMIENTO ENGAÑOSO l43
cion como era alcançar tan principal marido | |
como don Lope, se començo a santiguar y a | |
hazerse cruzes con tanta priessa y con tanto | |
"¡Iesus, Iesus, de la mala hembra!" que me puso | |
en gran turbacion, y al fin me dixo: «Señor alfe- | 5 |
»rez, no se si voy contra mi conciencia en des- | |
»cubriros lo que me parece que tambien la car- | |
»garia si lo callasse; pero a Dios y auentura, | |
»sea lo que fuere, viua la verdad y muera la | |
»mentira. La verdad es, que doña Clementa | 10 |
»Bueso es la verdadera señora de la casa y de | |
»la hazienda de que os hizieron la dote; la men- | |
»tira es todo quanto os ha dicho doña Estefa- | |
»nia, que ni ella tiene casa, ni hazienda, ni otro | |
»vestido del que trae puesto. Y el auer tenido | 15 |
»lugar y espacio para hazer este embuste, fue | |
»que doña Clementa fue a visitar vnos parien- | |
»tes suyos a la ciudad de Plasencia, y de alli | |
»fue a tener nouenas en nuestra Señora de | |
»Guadalupe, y en este entretanto dexó en su | 20 |
»casa a doña Estefania, que mirasse por ella, | |
»porque, en efeto, son grandes amigas, aunque, | |
»bien mirado, no ay que culpar a la pobre se- | |
Ȗora, pues ha sabido grangear a vna tal per- | |
»sona como la del señor alferez por marido.» | 25 |
"Aqui dio fin a su platica, y yo di principio a | |
desesperarme, y sin duda lo hiziera, si tantico | |
se descuydara el angel de mi guarda en soco- | |
rrerme, acudiendo a dezirme en el coraçon que | |
mirasse que era christiano, y que el mayor | 30 |
P.14l44 NOVELAS EXEMPLARES
pecado de los hombres era el de la desespera- | |
cion, por ser pecado de demonios. Esta consi- | |
deracion, o buena inspiracion, me conortó algo; | |
pero no tanto, que dexasse de tomar mi capa | |
y espada, y salir a buscar a doña Estefania, con | 5 |
prosupuesto de hazer en ella vn exemplar | |
castigo. Pero la suerte, que no sabre dezir si mis | |
cosas empeoraua o mejoraua, ordenó que en | |
ninguna parte donde pense hallar a doña Este- | |
fania, la hallasse. Fuyme a San Llorente, enco- | 10 |
mendeme a nuestra Señora, senteme sobre vn | |
escaño, y con la pesadumbre me tomó vn sue- | |
ño tan pesado, que no despertara tan presto, si | |
no me despertaran. Fuy lleno de pensamientos | |
y congoxas a casa de doña Clementa, y hallela | 15 |
con tanto reposo como señora de su casa; no | |
le ossé dezir nada, porque estaua el señor | |
don Lope delante; bolui en casa de mi hues- | |
peda, que me dixo auer contado a doña Es- | |
tefania como yo sabia toda su maraña y em- | 20 |
buste, y que ella le preguntó que semblante | |
auia yo mostrado con tal nueua, y que le auia | |
respondido que muy malo, y que, a su pare- | |
cer, auia salido yo con mala intencion y con | |
peor determinacion a buscarla. Dixome, final- | 25 |
mente, que doña Estefania se auia lleuado | |
quanto en el baul tenia, sin dexarme en el | |
sino vn solo vestido de camino. Aqui fue ello, | |
aqui me tuuo de nueuo Dios de su mano; fuy | |
a ver mi baul, y hallele abierto, y como sepul- | 30 |
P.15EL CASAMIENTO ENGAÑOSO l45
tura que esperaua cuerpo difunto, y a buena | |
razon auia de ser el mio, si yo tuuiera enten- | |
dimiento para saber sentir y ponderar tamaña | |
desgracia." | |
"Bien grande fue", dixo a esta sazon el li- | 5 |
cenciado Peralta, "auerse lleuado doña Estafa- | |
nia tanta cadena y tanto cintillo, que, como | |
suele dezirse, todos los duelos, &c." | |
"Ninguna pena me dio essa falta", respon- | |
dio el alferez, "pues tambien podre dezir: | 10 |
«Pensose don Simueque que me engañaua con | |
»su hija la tuerta, y, por el Dio, contrecho soy | |
»de vn lado»." | |
"No se a que proposito puede vuessa merced | |
dezir esso", respondio Peralta. | 15 |
"El proposito es", respondio el alferez, "de | |
que toda aquella balumba y aparato de cade- | |
nas, cintillos y brincos, podia valer hasta diez | |
o doze escudos." | |
"Esso no es possible", replicó el licenciado, | 20 |
"porque la que el señor alferez traia al cuello | |
mostraua pesar mas de dozientos ducados." | |
"Assi fuera", respondio el alferez, "si la ver- | |
dad respondiera al parecer; pero como no es | |
todo oro lo que reluze, las cadenas, cintillos, | 25 |
joyas y brincos, con solo ser de alquimia se | |
contentaron; pero estauan tan bien hechas, | |
que solo el toque o el fuego podia descubrir | |
su malicia." | |
"Dessa manera», dixo el licenciado, "entre | 30 |
P.16l46 NOVELAS EXEMPLARES
vuessa merced y la señora doña Estefania, | |
pata es la trauiessa." | |
"Y tan pata", respondio el alferez, "que po- | |
demos boluer a barajar; pero el daño esta, | |
señor Licenciado, en que ella se podra des- | 5 |
hazer de mis cadenas, y yo no de la falsia de | |
su termino; y, en efeto, mal que me pese, es | |
prenda mia." | |
"Dad gracias a Dios, señor Campuçano", | |
dixo Peralta, "que fue prenda con pies y que | 10 |
se os ha ydo, y que no estays obligado a | |
buscarla." | |
"Assi es", respondio el alferez; "pero con | |
todo esso, sin que la busque, la hallo siempre | |
en la imaginacion, y, adonde quiera que estoy, | 15 |
tengo mi afrenta presente." | |
"No se que responderos", dixo Peralta, "si | |
no es traeros a la memoria dos versos de Pe- | |
trarcha, que dizen: | |
Che qui prende dicleto di far fiode, | 20 |
non si de lamentar si altri l' ingana . | |
"Que responden en nuestro castellano: que | |
el que tiene costumbre y gusto de engañar a | |
otro, no se deue quexar quando es engañado.» | |
"Yo no me quexo", respondio el alferez, | 25 |
"sino lastimome; que el culpado, no por cono- | |
cer su culpa dexa de sentir la pena del castigo. | |
Bien veo que quise engañar y fuy engañado, | |
porque me hirieron por mis propios filos: pero | |
no puedo tener tan a raya el sentimiento, que | 30 |
P.17EL CASAMIENTO ENGAÑOSO l47
no me quexe de mi mismo. Finalmente, por | |
venir a lo que haze mas al caso a mi historia, | |
que este nombre se le puede dar al cuento | |
de mis sucessos, digo que supe que se auia | |
lleuado a doña Estefania el primo que dixe | 5 |
que se halló a nuestros desposorios, el qual, de | |
luengos tiempos atras, era su amigo a todo | |
ruedo. No quise buscarla, por no hallar el mal | |
que me faltaua. Mudé posada, y mudé el pelo | |
dentro de pocos dias: porque començaron a | 10 |
pelarseme las cejas y las pestañas, y poco | |
a poco me dexaron los cabellos, y antes de | |
edad me hize caluo, dandome vna enfermedad | |
que llaman lupicia, y, por otro nombre mas | |
claro, la pelarela. Halleme verdaderamente | 15 |
hecho pelon, porque ni tenia barbas que pey- | |
nar, ni dineros que gastar. Fue la enfermedad | |
caminando al paso de mi necessidad, y como | |
la pobreza atropella a la honra, y a vnos lleua | |
a la horca, y a otros al hospital, y a otros les | 20 |
haze entrar por las puertas de sus enemigos | |
con ruegos y sumissiones, que es vna de las | |
mayores miserias que puede suceder a vn des- | |
dichado, por no gastar en curarme los vestidos | |
que me auian de cubrir y honrar en salud, lle- | 25 |
gado el tiempo en que se dan los sudores en | |
el hospital de la Resurreccion, me entré en | |
el, donde he tomado quarenta sudores. Dizen | |
que quedaré sano, si me guardo: espada tengo, | |
lo demas, Dios lo remedie." | 30 |
P.18l48 NOVELAS EXEMPLARES
Ofreciosele de nueuo el licenciado, admi- | |
randose de las cosas que le auia contado. | |
"Pues de poco se marauilla vuessa mer- | |
ced, señor Peralta", dixo el alferez, "que | |
otros sucessos me quedan por dezir, que ex- | 5 |
ceden a toda imaginacion, pues van fuera de | |
todos los terminos de naturaleza; no quiera | |
vuessa merced saber mas, sino que son de | |
suerte, que doy por bien empleadas todas mis | |
desgracias, por auer sido parte de auerme pues- | 10 |
to en el hospital, donde vi lo que aora dire, que | |
es lo que aora, ni nunca, vuessa merced po- | |
dra creer, ni aura persona en el mundo | |
que lo crea." | |
Todos estos preambulos y encarecimientos | 15 |
que el alferez hazia, antes de contar lo que | |
auia visto, encendian el desseo de Peralta, de | |
manera que, con no menores encarecimientos, | |
le pidio que luego luego le dixesse las ma- | |
rauillas que le quedauan por dezir. | 20 |
"Ya vuessa merced aura visto", dixo el alfe- | |
rez, "dos perros que con dos lanternas andan | |
de noche con los hermanos de la capacha, | |
alumbrandoles quando piden limosna." | |
"Si he visto", respondio Peralta. | 25 |
"Tambien aura visto, o oydo, vuessa mer- | |
ced", dixo el alferez, "lo que dellos se cuenta, | |
que, si acaso echan limosna de las ventanas | |
y se cae en el suelo, ellos acuden luego a | |
P.19EL CASAMIENTO ENGAÑOSO l49
alumbrar y a buscar lo que se cae, y se paran | |
delante de las ventanas donde saben que tie- | |
nen costumbre de darles limosna; y con yr | |
alli con tanta mansedumbre, que mas parecen | |
corderos que perros, en el hospital son vnos | 5 |
leones, guardando la casa con grande cuydado | |
y vigilancia." | |
"Yo he oydo dezir", dixo Peralta, "que todo | |
es assi, pero esso no me puede ni deue causar | |
marauilla.» | 10 |
"Pues lo que aora dire dellos es razon que | |
la cause, y que, sin hazerse cruzes, ni alegar | |
impossibles ni dificultades, vuessa merced se | |
acomode a creerlo. Y es que yo ohi y casi | |
vi con mis ojos a estos dos perros, que el vno | 15 |
se llama Cipion, y el otro Bergança, estar vna | |
noche, que fue la penultima que acabé de | |
sudar, echados detras de mi cama, en vnas | |
esteras viejas, y a la mitad de aquella noche, | |
estando a escuras y desuelado, pensando en | 20 |
mis passados sucessos y presentes desgracias, | |
ohi hablar alli junto, y estuue con atento oydo | |
escuchando, por ver si podia venir en cono- | |
cimiento de los que hablauan y de lo que | |
hablauan; y a poco rato vine a conocer, por | 25 |
lo que hablauan, los que hablauan, y eran los | |
dos perros, Cipion y Bergança." | |
Apenas acabó de dezir esto Campuçano, | |
quando, leuantandose el licenciado, dixo: | |
"Vuessa merced quede mucho en buenora, | 30 |
señor Campuçano, que hasta aqui estaua en | |
duda si creeria o no lo que de su casamiento | |
P.20150 NOVELAS EXEMPLARES
me auia contado; y esto que aora me cuenta, | |
de que oyo hablar los perros, me ha hecho | |
declarar por la parte de no creelle ninguna | |
cosa. ¡Por amor de Dios, señor alferez, que no | |
cuente estos disparates a persona alguna, si ya | 5 |
no fuere a quien sea tan su amigo como yo!" | |
"No me tenga vuessa merced por tan igno- | |
rante", replicó Campuçano, "que no entienda | |
que, si no es por milagro, no pueden hablar los | |
animales; que bien se que si los tordos, pica- | 10 |
zas y papagayos hablan, no son sino las pala- | |
bras que aprenden y toman de memoria, y | |
por tener la lengua estos animales comoda | |
para poder pronunciarlas; mas no por esto pue- | |
den hablar y responder con discurso concerta- | 15 |
do, como estos perros hablaron, y assi muchas | |
vezes, despues que los ohi, yo mismo no he | |
querido dar credito a mi mismo, y he querido | |
tener por cosa soñada lo que realmente estan- | |
do despierto, con todos mis cinco sentidos, ta- | 20 |
les quales nuestro Señor fue seruido darme- | |
los, ohi, escuché, noté y, finalmente, escriui | |
sin faltar palabra por su concierto; de donde | |
se puede tomar indicio bastante que mueua | |
y persuada a creer esta verdad que digo. Las | 25 |
cosas de que trataron fueron grandes y di- | |
ferentes, y mas para ser tratadas por varo- | |
nes sabios, que para ser dichas por bocas de | |
perros. Assi que, pues yo no las pude inuen- | |
tar de mio, a mi pesar, y contra mi opinion, | 30 |
P.21EL CASAMIENTO ENGAÑOSO l5l
vengo a creer que no soñaua y que los perros | |
hablauan." | |
"¡Cuerpo de mi", replicó el licenciado, "si | |
se nos ha buelto el tiempo de Maricastaña, | |
quando hablauan las calabaças, o el de Ysopo, | 5 |
quando departia el gallo con la zorra, y vnos | |
animales con otros!" | |
"Vno dellos seria yo, y el mayor", replicó el | |
alferez, "si creyesse que esse tiempo ha buel- | |
to. Y aun tambien lo seria, si dexasse de creer | 10 |
lo que ohi, y lo que vi, y lo que me atreuere a | |
jurar con juramento que obligue y aun fuerce | |
a que lo crea la misma incredulidad. Pero pues- | |
to caso que me aya engañado, y que mi verdad | |
sea sueño, y el porfiarla disparate, ¿no se hol- | 15 |
gara vuessa merced, señor Peralta, de ver es- | |
critas en vn coloquio las cosas que estos pe- | |
rros, o sean quien fueren, hablaron?" | |
"Como vuessa merced", replicó el licencia- | |
do, "no se canse mas en persuadirme que oyo | 20 |
hablar a los perros, de muy buena gana oyre | |
esse coloquio, que por ser escrito y notado del | |
buen ingenio del señor alferez, ya le juzgo por | |
bueno." | |
"Pues ay en esto otra cosa", dixo el alferez, | 25 |
"que, como yo estaua tan atento, y tenia deli- | |
cado el juyzio, delicada, sotil, y desocupada | |
la memoria, merced a las muchas passas y | |
almendras que auia comido, todo lo tomé de | |
coro, y casi por las mismas palabras que auia | 30 |
P.22l52 NOVELAS EXEMPLARES
oydo lo escriui otro dia, sin buscar colores re- | |
toricas para adornarlo, ni que añadir, ni quitar, | |
para hazerle gustoso. No fue vna noche sola la | |
platica, que fueron dos consecutiuamente, aun- | |
que yo no tengo escrita mas de vna, que es la | 5 |
vida de Bergança, y la del compañero Cipion | |
pienso escriuir, que fue la que se conto la no- | |
che segunda, quando viere, o que esta se crea, | |
o a lo menos no se desprecie. El coloquio tray- | |
go en el seno: puselo en forma de coloquio, | 10 |
por ahorrar de «dixo Cipion», «respondio Ber- | |
gança », que suele alargar la escritura." | |
Y, en diziendo esto, sacó del pecho vn car- | |
tapacio, y le puso en las manos del licenciado, | |
el qual le tomó riyendose, y como haziendo | 15 |
burla de todo lo que auia oydo y de lo que | |
pensaua leer. | |
"Yo me recuesto", dixo el alferez, "en esta | |
silla, en tanto que vuessa merced lee, si quiere, | |
essos sueños o disparates, que no tienen otra | 20 |
cosa de bueno, si no es el poderlos dexar | |
quando enfaden." | |
"Haga vuessa merced su gusto", dixo Pe- | |
ralta, "que yo con breuedad me despedire des- | |
ta letura." | 25 |
Recostose el alferez, abrió el licenciado el | |
cartapacio, y en el principio vio que estaua | |
puesto este titulo: | |